A la escandalosa subida del precio del aceite de oliva, que es un 31 por ciento más caro, hay que unir el incremento de precio que están teniendo otros alimentos como la pasta (20 por ciento), la harina (12%) o el arroz (9,4).
La crisis energética y del combustible está provocando un encarecimiento tremendo de los productos. También han subido la leche (9,4%), el café (8,2%), los zumos de fruta (7,5%), los huevos (6,6%) y el pan (6,4%).
Estos datos se desprenden del último estudio del Índice de Precios de Consumo (IPC) realizado por el Instituto Nacional de Estadística y correspondiente al mes de febrero. La inflación, tras una revisión al alza de dos décimas, se sitúa en el 7,6 por ciento. Para encontrar una cifra similar habría que retroceder en el tiempo 36 años.
La última vez que el coste de la vida se había disparado de una manera similar a la de ahora fue en diciembre de 1986.