Durante estas semanas el se ha vuelto encender el debate de la falta de camareros en la hostelería. Con el verano a la vuelta de la esquina y las previsiones de una temporada con mucha afluencia de turismo, los restaurantes y bares se quejan de que no tienen personal para hacerle frente.
Ante estas denuncias, son mucho los trabajadores que se han quejado de que si no hay camareros suficientes es porque se han cansado de tener unas condiciones de trabajo indignas. Aunque muchos han reconocido que no en todos los sitios es igual, admiten haber conocido y sufrido contratos precarios y condiciones laborales pésimas.
Desde hace unos días, como ejemplo del malestar del oficio del camarero, se ha hecho viral una de tantas conversaciones de un dueño de un local con un futuro trabajador. La conversación se ha tomado de expuesto en redes para explicar la verdadera problemática entorno a la falta de camareros.
La conversación empieza normal: “Hola, acabo de ver tu currículum y he visto que estás interesado en un puesto de camarero”. El trabajador muestra su interés y le pregunta por las condiciones y el horario. “tengo una experiencia de siete años y nunca me han despedido de ningún sitio”, le afirma.
La sorpresa viene cuando le dice las condiciones, casi esclavistas: “Sería turno partido de siete de la mañana a cinco de la tarde y de diez de la noche a cierre. Unos 800 euros al mes. Lunes libre”. El candidato de empleo le pregunta extrañado si serian 800 euros por 15 horas diarias y al recibir la verificación del empleador promete mandarle a inspección de trabajo.
La semana pasada, en el programa de Espejo Público, tuvo lugar un enfrentamiento entre Fran Rivera y responsable de la cuenta @soycamarero. El extorero afirmaba a Susana Griso que había un problema serio en la hostelería: “Cuesta muchísimo encontrar españoles que quieran trabajar en la hostelería porque hay muchas pagas".
El profesional de la hostelería habló claro: En el tiempo de la pandemia hubo como un momento de reflexión con los camareros, porque mucha gente se dio cuenta de que a la hora de pedir el ERTE y demás cobraban una miseria. La famosa paga que dicen es de unos 200 euros y para quien pudo conseguirla, porque mucha gente no estaba contratada o estaba con 10 o 20 horas. Esa paguita es una miseria y no podían llegar a fin de mes", sentencia en un caluroso debate.