En la encrucijada entre preservar la historia y adaptarse al presente, Arcos de la Frontera, ese rincón encantador donde cada adoquín cuenta una historia, se encuentra ante una decisión monumental. La Plaza del Cabildo, testigo de incontables eventos a lo largo de los siglos, está a punto de someterse a una transformación de proporciones épicas: un estacionamiento subterráneo. ¡Cuidado, arqueólogos del asfalto, el Cabildo está a punto de ceder ante la necesidad de aparcar!
En un mundo donde la tendencia urbana es desalojar los vehículos del corazón de las poblaciones, Arcos de la Frontera decide desafiar la corriente y cavar en lo más profundo de su historia para hacer espacio para coches.
¿Quién necesita una Plaza del Cabildo intacta cuando puedes tener un garaje con WiFi subterráneo?
Pero, no nos dejemos llevar por la tragedia. Después de todo, los arqueólogos del futuro podrían descubrir una nueva especie: el automóvilus anticuus, enterrado junto a los restos de la noble Plaza del Cabildo. ¿Y quién sabe? Tal vez en el año 3023, la gente se preguntará por qué construimos estacionamientos cuando ya teníamos coches voladores.