Cuando llegan los meses de invierno y empieza a apretar el frío, un buen puchero suele ser santa medicina. Sin embargo, en los meses más calurosos del año lo olvidamos un poco y sustituimos por platos más fresquitos.
Pero la idea de que el puchero es solo para cuando las temperaturas bajan ha quedado desterrada por el Puchero de Verano, una versión novedosa del tradicional puchero que ha sido actualizada para poderla consumir en esas estaciones del año más calurosas como el propio verano o el final de la primavera y principio del otoño.
Por este Puchero de Verano, el Hotel Cádiz Paseo del Mar recibió recientemente el Premio Premio Tapa Cai. Manuel Pinto Camas, un cocinero natural de Bornos, es el ingeniero en los fogones de este plato, una tapa elaborada siguiendo la esencia tradicional, pero con algunos retoques. "Este plato no es otra cosa que puchero con sabores del recuerdo, pero con un toque de vanguardia. El plato consta de una velouté de puchero. La grasa es aceite de oliva infusionado con apio e hierbabuena. Y hacemos una pasta brick rellena de ropa vieja, unos garbanzos fritos y una lactonesa de ibérico e hierbabuena. Todo ello es un puchero, aunque se puede tomar en verano y otras estaciones rompiendo con la tradición de solo invierno, ya que la temperatura a la que se sirve es templada".
Manuel, tras probar suerte en varios trabajos, decidió dedicarse al mundo de la cocina. Tras estudiar en el IP Fernando Quiñones de Cádiz, realizó las prácticas en Aponiente, el restaurante de Ángel León. "Fue el año en el que consiguió la tercera estrella Michelin". De aquí pasó a trabajar en el Hotel Tryp La Caleta, donde sigue, aunque con cambio de nombre, ya que dicha instalación se llama ahora Hotel Cádiz Paseo del Mar. "Todos los días voy desde mi pueblo a trabajar en Cádiz. Disfruto mucho del trabajo que realizo por y con vocación. Me gusta implicarme en cada plato que realizamos".
También este cocinero bornense ha sido partícipe del segundo premio de la ruta saludable con el plato Nuestro huerto comestible. "Se trata de una crema de coliflor con tierra comestible (migas), verduras al dente y diferentes texturas. El equipo de A&B del hotel está encantadísimo y muy ilusionado con los reconocimientos recibidos", nos cuenta Manuel.
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