Hay en la calle Relator de Sevilla una ventana abierta a la amistad. Ese es el germen de El Puma Bar, dos amigos desde los cinco años que por avatares de la vida y de la pandemia actual, decidieron embarcarse en el negocio de la hostelería, bajo el compromiso de devolver al barrio la esencia de las tasquitas de toda la vida.
Rafa Marinelli y Vicente Rodríguez son caras conocidas de la farándula sevillana, vinculados desde hace años a la producción de eventos y ocio nocturno. Marinelli, hijo de uno de los miembros de los míticos Alameda, ya estaba vinculado a la comunicación gastronómica. Y Vicente, por su parte, al mundo discográfico con su sello de electrónica Flumo Recording. De esta manera, el gusto musical y los detalles están asegurados en El Puma Bar.
El 91 de Relator fue anteriormente la Barrica de Debla, especializado en cervezas artesanas. Mauri Buhigas, el tercero en discordia, aunque desde un plano colaborativo, fue quien propuso este local para el proyecto. "Siempre me había encantado y llevaba mucho tiempo cerrado, así que contactamos con el dueño del local y nos pusimos en marcha", cuenta Vicente, que se mudó al barrio poco antes de abrir.

