Xiaolei Zhang y Yi Shang son un matrimonio asiático que llegó a Chiclana con una idea clara: abrir un restaurante. Para ello, antes habían peinado la zona y escogieron la localidad chiclanera por su gran potencial turístico. Un local situado en el número 1 de la plaza Santo Cristo fue el lugar elegido para instalar el primer Sushipanda, él en la cocina, ella como camarera, en el que fue el primero de sus negocios. Eso fue en 2014. Cinco años después tienen un segundo restaurante en Chiclana, otro en San Fernando, también en Cádiz, en El Puerto y, recientemente, en Estepona. El próximo, en unos meses, se abrirá en la localidad sevillana de Dos Hermanas.
Xiaolei Zhang tiene más de 15 años de experiencia en el sector de la hostelería, ya que Sushipanda no es su primer negocio. Antes regentó un wok que tuvo bastante éxito, y en 2011 empezó a trabajar con la marca, inicialmente elaborando sushi para establecimientos de hostelería, especialmente para hoteles. La especialidad de Sushipanda, como indica su propio nombre, es el sushi, que elaboran con una receta propia, que los impulsores del negocio transmiten a los empleados de todos sus restaurantes, para no perder la esencia de sus orígenes. Además, platos como sus makis, sashimi, sushi, arroz o udon destacan en una amplia carta, que también incluye combinados, además de fideos o ramen.
¿El secreto del éxito? “El sushi es un producto caro y aquí calidad y precio van de la mano, es algo que siempre destacan los clientes”, contesta María del Mar Sánchez, administrativa de Sushipanda, quien atiende a lavozdelsur.es durante la visita al negocio primigenio, reformado recientemente. El estilo vanguardista impera en un local con detalles japoneses, con acabados en madera, y abundante vegetación, con un estilo muy cuidado que están implantando en todos sus restaurantes. “Antes el restaurante no era tan acogedor”, cuenta Sánchez, quien apunta a esa como una de las claves.
“La intención es que el sabor sea el mismo en cualquier local”, explica la administrativa de Sushipanda, donde se cuida el trato con cliente. “Esa cercanía, tan de aquí, la tenemos muy en cuenta a la hora de contratar”, agrega. La calidad de sus materias primas es una de sus señas de identidad. El atún es de Petaca chico y la carne de proveedores locales, como la mayoría de sus productos, excepto los orientales, como los noodles o salsas. Con su promoción de Los martes locos, un día durante el que ofrecen buffet libre de toda su carta por 15 euros por persona, han logrado captar nuevos clientes y que consuma sushi gente que hasta entonces no lo había hecho, sobre todo jóvenes a los que les cuesta consumir pescado.
Sushipanda tiene unos 60 trabajadores fijos repartidos entre sus seis locales, aunque durante el verano puede rozar el centenar. “La plantilla es muy importante, buscamos a gente con experiencia pero los jefes dan oportunidades a todo el mundo, no hay que llegar siendo experto en sushi”, explica María del Mar Sánchez. “El ambiente laboral es bueno y eso se nota en el servicio que se da”, expresa. “Si los trabajadores están contentos se identifican con la marca, para mí Sushipanda no es un trabajo, es algo más”, señala.
Una de las patas del negocio también pasa por ejercer como catering para hoteles de la provincia, y también para eventos privados, suministrando sus productos para actos de todo tipo. “Suministramos sushi a los hoteles Barceló de Cádiz y Huelva”, explica Sánchez. Con esa base, la idea de los propietarios es abrir dos negocios nuevos cada año. “No nos ponemos techo”, relata, a lo que añade: “Si te tratan con agrado, te sirven sushi de calidad y a buen precio, el restaurante es un éxito”. Siempre, siendo fiel a los orígenes.