En el número 6 de la plaza Plateros se levanta desde hace unos meses El Espartero, un establecimiento al más puro estilo de las antiguas mantequerías, aunque con un toque más cool, en el que todo aquel que entra puede deleitarse con aceites de lo más selectos, vinos de Jerez muy viejos, vinagres gran reserva, embutidos, quesos, sal en formato delicatessen, o jamón de bellota al corte, entre otras exquisiteces. Además de poder llevarse esos productos a casa, también está la posibilidad de degustarlos allí mismo.
El Espartero nace de la asociación El Espartero instalada en Jerez en el año 2016 en la calle Guarnidos, y que empezó a crecer gracias a Pablo García Braza, un joven jerezano, sumiller y licenciado en Turismo y Empresariales. Tras haber pasado cinco años en Lieja (Bélgica), donde pudo nutrirse de la cultura y empaparse de la forma de comercio de Centroeuropa, regresó a Jerez dispuesto a emprender. "Bélgica es un país que trabaja mucho con el asociativismo, es decir, entrar en la trastienda del negocio y presenciar una clase magistral de lo que se vende en la tienda". Es así como nació esta asociación, que tras el tirón que estaba teniendo, con aproximadamente 70 socios y una oferta de actividades bastante amplia, Pablo pensó que transformándolo en tienda sería un foco bastante importante que cubriría una demanda gastronómica no tan cubierta en Jerez.
Pablo García en El Espartero. FOTO: MANU GARCÍA
"Vi que en Jerez no estaba muy explotada la idea de tienda y consumo, y que por mi experiencia laboral esto podría funcionar, ya que en otros sitios como Cádiz, El Puerto de Santa María o Sevilla estaba teniendo éxito". Pablo recuerda que los comienzos fueron bastante buenos porque la apertura se alargó al 19 de noviembre pasado y las zambombas estaban a punto de empezar. El primer empujón estaba hecho. "Creíamos que la idea de combinar venta y degustación iba a ser algo bastante acertado en el sentido de que la gente podría degustar antes el producto que se iba a llevar, de forma que el cliente conoce el producto que se lleva antes de comprarlo". Y así fue. El Espartero cuenta con una clientela bastante variada que se conforma en dos grupos, el del consumo y el de la venta. "Al extranjero le gusta más comprar y al jerezano más probar", ríe.
Para el entrevistado, entrar en su tienda es sinónimo de experiencia cultural y formativa. "Cuando llega alguien que quiere comprar vinos de Jerez y realmente no conoce el sabor del vino, yo soy la persona más feliz del mundo". Y es que a Pablo le encanta entretenerse con el cliente, le encanta ofrecerle toda la información que está a su alcance sobre los productos y le encanta innovar y dar a conocer no solo con productos locales o nacionales, sino productos extranjeros como el queso azul o el champán francés, entre otras exquisiteces que dotan a este establecimiento de una calidad suprema.
Las conservas de Ángel León ya están disponibles en El Espartero.
El Espartero cuenta con actividades tan interesantes como catas de vinos de Jerez, de cervezas, visitas guiadas, rutas para degustar vinos en diferentes puntos de Jerez, entre otras. "Queremos extender el proyecto este año al sector turístico, de forma que beneficie también a la venta en tienda". Además, este año comenzarán con un abanico de actividades bastante interesantes a todos los niveles destinadas a los amantes de la enología, de la cultura y de la gastronomía.
La tienda cuenta con una decoración muy cuidada que ha corrido a cargo de la joven diseñadora jerezana Belén Rubiales, junto con la imagen corporativa de Daniel Diosdado, quien también ha participado en el diseño de la línea de camisetas que el establecimiento ha puesto en marcha. Actualmente, la actividad comercial se puede llevar a cabo desde la misma tienda, o a través de la cuenta de Facebook e Instagram del establecimiento. Próximamente y para celebrar su primer aniversario, El Espartero contará con una página web donde se podrán hacer encargos y repartos online.
Interior tienda El Espartero Gastroshop. FOTO: MANU GARCÍA
El establecimiento permanece abierto de lunes a viernes, de 10:30 horas a 14:30 hora, y de 17:30 horas a 21:30 horas. "En épocas fuertes como Navidad no tenemos hora de cierre", reconoce Pablo, que señala que gracias a periodos como el anteriormente mencionado, la tienda se nutre de clientes, ya que ofrecen la posibilidad de encargar cestas o bandejas navideñas totalmente personalizadas con el presupuesto que fije el propio cliente, además de unas tarjetas regalo que se pueden canjear por los productos de la tienda. "Nuestro principal objetivo es que el cliente se encuentre cómodo, tanto con la atención como con los productos que ve. De nada sirve una atención magnífica si cuando llegas a casa te comes algo de mala calidad", concluye.
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