Ocho maneras diferentes de llevar 'Andalucía a la mesa' en Navidad

Más allá de pensar en los platos de siempre, hay muchas maneras de disfrutar de Andalucía esta Navidad, y es dejándose llevar por los productos de la tierra que quizás te queden por redescubrir. Es la mejor forma de sentar Andalucía a la mesa. Los manjares que ofrece esta tierra dan un punto de mayor calidad. Aquí van diez propuestas para una propuesta para tus menús navideños:

1. Para abrir boca: patés y mermeladas del Sur
   
   Las pequeñas tostas para canapé son una buena forma de ir haciendo el gusto a una cena o un almuerzo en el que dejarse llevar. En Andalucía tenemos algún tipo de paté o mermelada en cada provincia por el que saborear las esencias refinadas de otros productos. Pongamos el ejemplo del paté de mojama, o de perdiz, o las mermeladas de frutas o al vino. Puedes empezar por los patés de perdiz elaborados en Jaén o esas mermeladas de reducciones de Pedro Ximenez. Ambas combinan bien con quesos semicurados o curados como los elaborados en la Sierra de Grazalema, los del Serón o el Olavidia jiennense.
    
2. Los ibéricos y loncheados andaluces para continuar
   
   A nadie sorprende que Andalucía tiene una enorme tradición de carnes, pero es que la despensa de la tierra es un seguro cuando uno quiere celebrar un homenaje. El rey en cada casa en estas fechas es el jamón, y de eso saben mucho en Huelva, pero tampoco olvidemos que hay además una gran tradición en parajes más fríos de la comunidad de cañas de lomo, salchichones ibéricos e incluso chorizos andaluces, de las zonas de Córdoba y Jaén o Granada, por ejemplo, o de los Montes de Málaga. Otra alternativa son los chicharrones de Cádiz. Y esto no ha hecho más que empezar.
    
3. Un primero para asentarnos el estómago
   
   La sopa en cada casa es casi una ciencia familiar. Hay quien disfruta de la hierbabuena para darle ese sabor propio, o bañando un huevo en un caldo tipo consomé. Pero las sopas calientes, los calditos de Navidad, tienen más secretos. Y está en cada tradición, que puede aliñarse de Andalucía. ¿Y si esta vez nos cercioramos de que el hueso de jamón o las costillas sean andaluzas? ¿Y si apostamos por una sopa marinera con chirlas y gambas de Huelva? ¿Conoces las sopas de pescado de Almería, elaboradas con caballa?
    
4. El acompañamiento mágico, para cada gusto
   
   El vino andaluz es de una extensa variedad. Para quien disfrute del tinto, por ejemplo, el tinto sedilla de Málaga es un gran lujo al paladar, como los de Chinchilla en Ronda. Aunque para acompañamientos, sobre todo al inicio de la comida, están los vinos de Jerez y Sanlúcar que acompañan a los tentempiés, y que maridan de forma fabulosa con los sabores de pescado y los quesos. La denominación de Condado de Huelva es una de bodegas en crecimiento y cada vez un mayor prestigio, que van de los vinos blancos y generosos a los que nacen con regustos a licor.

   

5. El plato principal, a romper con tradiciones familiares
   
   Las familias, cuando se sientan en Nochebuena, suelen animarse a repetir los menús más consensuados cada año. La primera pregunta es si carne o pescado. Pero, ¿qué tal si probamos ambos? Podemos dividir esa gran ración en dos platos. El langostino sanluqueño y la gamba de Huelva pueden acompañarse de un atún de cualquiera de las almadrabas gaditanas. De la misma zona, la comarca de La Janda, viene el ganado vacuno de retinto, a la vez que Córdoba es la provincia de mayor producción que dejan entrecots muy sabrosos a comer, por ejemplo, en su punto simplemente con escamas de sal.
    
6. La fruta antes del gran postre
   
   Sin caer en el exceso en los platos previos, siempre es bueno para una buena digestión añadir algo de fruta a nuestro almuerzo o cena navideños. Algunos, como la piña, son unos clásicos, pero la propuesta andaluza pasa por, por ejemplo, media chirimoya o completa, para ir compartiendo en la mesa.
    
7. El sabor dulce de Navidad en Andalucía
   
   Son los reyes de la fiesta. Qué decir del polvorón de Estepa, el mantecado de Antequera o Estepa, los pestiños tradicionales, o chocolates elaborados en Andalucía, o los alfajores de Medina, o el pan de Cádiz, un tipo de mazapán... No hay excusa para no poner una gran nota de Sur en cada mesa.
    
8. Los licores y espumosos andaluces para el brindis
   
   ¿Sabes que Andalucía, además de vinos, ofrece una gran gama de licores, con alcohol o sin alcohol? Hay marcas de ginebra o ron que van creciendo en la comunidad aprovechando la enorme variedad de climas de la comunidad, influenciados a menudo por las denominaciones de origen del entorno. Tanto para combinados como para beber sin acompañamientos, también tenemos denominaciones propias como el brandy de Jerez, para disfrutar siempre con moderación. Es un gran momento para descubrir esos sabores que salen un poco de lo que se bebe el resto del año. Además, la alternativa al champán llega con vinos espumosos del Marco de Jerez, del Almanzora o incluso de Huelva o Málaga. ¿Qué mejor manera, por ejemplo, de brindar al acabar el año por Andalucía?