Joaquín Sánchez, el que fuera capitán del Betis, se ha visto en los últimos tiempos relacionados con varios episodios de presunta infidelidad a su mujer Susana Saborido.
Primero fue la actriz de contenido para adultos, Claudia Bavel, la que habló de unas conversaciones con el exfutbolista. En esas también apareció Cristina Ruiz, concursante del desaparecido programa de Mujeres, Hombres y Viceversa, que confesó haber sido la amante del futbolista. Incluso José Saborido, hermano de Susana y cuñado de Joaquín, acusó al de El Puerto de Santa María de tener relaciones con otras mujeres.
Al hilo de estas presuntas infidelidades se está compartiendo mucho en redes un vídeo de El capitán en América, el reality que muestra el viaje en caravana por Estados de Unidos de Joaquín, su mujer y sus hijas.
Infiel con Jennifer López
En un momento, mientras que va conduciendo, Joaquín le pregunta a Susana. “Gordi, ¿tú me perdonarías a mí una infidelidad con Jennifer López?” Su mujer responde: “Tú no será tonto, no, Joaqui. ¿Cómo te voy a perdonar yo una infidelidad con Jennifer López?”.
“Pero eso no cuenta, coño”, dice el exjugador. “Ah, o sea, tú te vas, pasas una noche romántica con Jennifer López, a todo lo que da, y cuando vienes te preparo yo el café, ¿no?”, comenta Susana.
En este punto, también interviene una de sus hijas. “Ligar con una persona, yo lo considero una infidelidad”. “¿Ah? ¿Sí? Pues tu padre mira, mira”, apunta Susana, a lo que su marido indica: “Hombre, claro, a ver para qué tenemos los ojos”.
"Yo flipando con las motos y tu padre..."
Susana insiste: “Tu padre mira y mira”. A lo que su hija dice: “Pues que mire mamá también”. “Hombre, porque el día que estuvimos en las motos en Jerez, vamos, yo flipando con las motos y tu padre flipando con las azafatas de la moto. Hombre, Joaqui es que fuiste muy descarado. Yo me di cuenta”.
Joaquín intenta salir del embrollo: “Yo miraba al paraguas, coño. Y tu hija que me decía, mira este qué guapo, papá, mira el otro que guapo”. “Pues yo no, yo nada más que tengo ojos para ti”, le suelta Susana. “Ea, puro y duro”, apuntilla su hija, mientras la pareja acaba dándose la mano.
