Cuando agosto se despide y comienza el mes de septiembre, la provincia de Cádiz también comienza a decir adiós a la afluencia de turistas. Y es que no hay nada como el sur en verano, pero aunque algunos no lo crean, hay fechas donde los pueblos gaditanos lucen mejor y se disfruta con más paz y armonía.
Una de las fechas más bonitas para disfrutar de los tesoros de la provincia sin aglomeraciones es el llamado “veranillo del membrillo” o “veranillo de San Miguel”. Una expresión que hemos oído mucho, pero ¿qué significa realmente?
El veranillo del membrillo, también denominado veranillo de San Miguel, se da a finales del mes de septiembre, coincidiendo con el 29 de septiembre, la fecha en la que San Miguel ocupa ese día en el santoral. Suele tener una duración de entre 2 y 4 días entre el 28 y 29 de septiembre al 1 o 2 de octubre. Si bien, la expresión se ha extendido a una amplia fecha de septiembre, cuando todavía hace calor, pero las playas no están masificadas.
Tal y como explican desde el El Tiempo, la denominación de veranillo del membrillo se debe a que en estas fechas se produce la recolección de esta fruta ya que se encuentra en el punto perfecto de la madurez. Su celebración, por tanto, viene de la cultura popular propia del sector agrícola para definir este periodo del año con temperaturas suaves en el que aún se realizan labor en el campo antes de la llegada del frío del invierno.
Estas fechas, sin duda, son unas de las más bellas para disfrutar en la provincia de Cádiz ya que en el sur las temperaturas cálidas duran hasta bien entrado el otoño y se puede disfrutar de un verano a destiempo con las playas y los pueblos prácticamente vacíos, solo con sus vecinos, que recuperan sus calles de nuevo.