Aunque la ola anticlerical había comenzado en 1931, fue en la primavera del año 36 cuando creció duramente la violencia contra los símbolos de la iglesia católica. España vivía una época convulsa en la República, en los meses anteriores al golpe de Estado de julio del 36. Ese mes (17 de julio comenzó la guerra) y en agosto, numerosas iglesias fueron quemadas.
En la Sierra de Cádiz, pueblos como Setenil, Ubrique y Grazalema sufrieron estos ataques. Con el inicio de la Guerra Civil, el arcipreste y canónigo de la por entonces Colegial de Jerez, Juan Ruiz Candil, fue asesinado en Grazalema. El párroco Luis Tovar Hita también fue ajusticiado junto con otros vecinos y cinco guardias civiles en Setenil.
De aquella época negra de la historia de España para olvidar todavía quedan vestigios. En Grazalema todavía se pueden visitar las ruinas de la Ermita del Calvario, situada entre el natural pareja de la Sierra del Endrinal. En estado ruinoso desde que fue quemada en abril del 36, el templo guarda la historia de aquellas visitas que recibía de cientos de lugareños.
Una ruta a través de un camino empedrado en el que se celebraba el Vía Crucis –a lo largo del recorrido se pueden contemplar los restos de los pedestales y plintos en los que se depositaba la cruz y tenían lugar las diferentes estaciones de penitencia– en tiempos pasados permite llegar hasta lo que queda del campanario y de la ermita, cubierta de enredaderas, en un entorno que transmite calma y paz a los ruteros.
Juan Jesús Camacho, un experimentado piloto de drones, ha compartido un espectacular vídeo de las impresionantes vistas del interior de la ermita. Un viaje al pasado en plena naturaleza. El lugar también ofrece una panorámica impresionante de Grazalema y sus alrededores.
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