Grazalema, uno de los puntos más lluviosos de España, es también uno de sus pueblos más bonitos. Literal. No en vano, la localidad de la Sierra de Cádiz está en la ruta oficial de la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España y es uno de los lugares más pintorescos de la provincia.
Enclavada en el que fue declarado el primer Parque Natural de Andalucía, en donde se custodia el pinsapo, una especie única, y donde nace el río Guadalete, comenzamos está vuelta por Grazalema en uno de sus bastiones turísticos: el hotel Fuerte Grazalema, con una piscina que, aunque no se disfrute bajo el agua en invierno, bien merece asomarse a su balcón para disfrutar de la panorámica que ofrece de la serranía gaditana y de este maravilloso pueblo blanco.
De origen romano, nació la villa de Lacíbula (cuyo nombre se vincula a la antigua denominación del río Guadalete, cibus). Con la invasión musulmana, estas tierras adquirieron distintos locativos hasta consolidarse Gran Zulema, que se mantendría hasta la conquista cristiana en la que Zagrazalema pasó a formar parte del señorío de Ponce de León, dueño de Las Siete Villas.
Como recoge la descripción de la web de la ruta de Los Pueblos Más Bonitos de España, Grazalema es un lugar que esconde siglos de historia "que pueden verse reflejados en su riqueza monumental y arquitectónica, como el Dolmen de la Giganta, la Calzada Medieval o su casco histórico (declarado Conjunto Histórico); así como por sus numerosas iglesias: Nuestra Señora de la Aurora, Nuestra Señora de la Encarnación, San Juan, San José, y las ermitas de Los Ángeles y El Calvario".
Hay paradas esenciales en este pueblo: la fábrica de mantas y Museo textil, las 16 pilas del lavadero público que conserva el pueblo, la calzada romana o la búsqueda (ya en el monte) de las caleras, con las que antaño se blanqueaba de forma tan característica la localidad. Aparte, entre tanto paseo, no está de más una parada técnica en puntos tan auténticos como el restautante Cádiz El Chico, un imprescindible para comer en Grazalema.