Una ruta de baja dificultad (unos 5,5 kilómetros) arranca en la iglesia de Santa Lucía, una pedanía de Vejer de la Frontera, y de manera circular acaba en la fuente de Santa Lucía. Se conoce como la Ruta de los Molinos de Agua y, a lo largo de su recorrido, se puede incluso transitar por un acueducto romano que fue reforzado en tiempos de Al-Andalus.
Antes de volver a coger el coche, habrá que hacer parada técnica en la venta El Toro e incluso agenciarse unas viandas y frutas y verduras ecológicas en el quiosco del parking de uno de los alojamientos rurales de la zona.
El sonido del agua, la exuberante vegetación y las vistas panorámicas de la comarca de La Janda y de Vejer van acompañando un camino que recorrer cuatro antiguos molinos y unas atarjeas que traían agua desde la cercana población rural vejeriega de La Muela.
Los molinos, que pertenecieron al duque de Medina Sidonia, son de propiedad municipal y el único pero de este bonito recorrido es el abandono que presenta el Aula de Naturaleza de Santa Lucía. Si en su momento se prometió la puesta en valor de este recurso medioambiental, hoy es pasto de lo frondoso de este pareja, y su abandono es evidente.
Eso no quita para disfrutar de la ruta desde el núcleo rural de Santa Lucía, a 3 kilómetros de Vejer de la Frontera. El molino de El Hoyo y una primera cascada. El molino de El Batán, a los pies del acueducto romano que llega hasta el molino El Garrobo. Y luego, el molino Miraflores. Los depósitos de agua de Vejer, con la primitiva fuente que surte de agua. Un gran paseo por una zona muy desconocida de la provincia de Cádiz.
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