Esta semana volvemos con las recetas familiares roteñas y cocinamos y compartimos esta receta que nos ha encantado en casa, y que pertenece a mi querida Tía Nati, hermana de mi madre Cristina, y a su familia. Esta estupenda receta está incluida en el III Libro de recetas familiares roteñas, Rota, un gusto saborearte.
Esa receta que mi tía nos ha regalado, se la enseñó a mi tía su cuñada Tere Benítez, que a su vez la aprendió de su suegra, Antonia Ruiz-Henestrosa, que falleció antes de que la hubiera podido conocer.

Según nos cuenta mi tía, “es un plato sencillo de la cocina roteña, aunque hay que tener paciencia en la elaboración. Sí es verdad que es un plato muy agradecido, porque los que lo prueban, quedan muy satisfechos. Es además muy cómodo de presentar en alguna reunión familiar y de amigos, ya que se suele presentar en frío.
En la bandeja no suele quedar ni rastro, lo cual es motivo de satisfacción para el cocinero o la cocinera. Os animo a que la hagáis. Y en su elaboración, no dejéis nunca de poner ese poquito de cariño que hace que todo salga mejor. Como decimos en nuestro pueblo, a pedir de boca”.
Buen provecho a todos y aquí os dejamos con su receta, que esperamos que os guste tanto como a nosotras:
Ingredientes
2 solomillos de cerdo ibérico
125 ml de Manzanilla de Sanlúcar, nosotras hemos usado la de Bodegas El Gato de Rota
1 cabeza de ajos
Sal
1 pellizco de orégano
1 pellizco de comino
2 cucharadas de manteca blanca de cerdo
1 poco de agua templada, si fuera preciso.
Modo de preparación
Maceramos los solomillos, previamente salados, con la manzanilla y los dientes de ajos enteros previamente pelados, durante 2 o 3 horas aproximadamente.
Pasado este tiempo, los colocamos en la cazuela y ponemos al fuego con el líquido de la maceración. Primero a fuego fuerte un poco, para que se evapore el alcohol y luego bajamos el fuego a mediano.
Cuando veamos que los dientes de ajo estén blanditos, vamos a aplastarlos, ayudándonos de una palita, sobre las paredes de los solomillos, mientras les vamos dando vueltecitas en la cazuela. Siempre cuidando que no se consuma todo el líquido. Si así fuera, le vamos a añadir un poco de agua templada.
A continuación, le añadimos el orégano, el comino y la manteca blanca. Lo cocinamos a fuego medio durante 10 minutos, hasta que se derrita la manteca.
Luego sacamos los solomillos de la cazuela y los colocamos en una tabla dejando el líquido en la cazuela ya retirada del fuego.
Cuando los solomillos estén templados, los vamos a cortar en rodajas de 1 centímetro o más según el gusto y los colocamos en una bandeja.
Cuando haya una tanda, con una cucharadita añadimos la preparación que habíamos reservado.
Este proceso se lo seguimos haciendo cada vez que quede completada una tanda de rodajitas de carne. Cuando se enfríe se quedará cuajado. Y a comer. Y podemos acompañar la carne con unas buenas patatas fritas.
Muchas gracias querida tita por esta receta tan rica y tan familiar.
Ya sabéis que podéis consultar más recetas en la hemeroteca de lavozdelsur.es y en nuestro blog www.aprendiendoacocinar.es
Feliz fin de semana de motos y que disfrutéis mucho, por cierto, esta semana se celebra la Feria de Chipiona y la semana que viene ya está aquí nuestra querida Feria de Rota.