El Bar El Cuco de Jerez es uno de esos rincones que hay que buscar, lo que no quita una notable popularidad. No en vano, su existencia se remonta a la década de los 80, cuando era una bodeguita promovida por un grupo de amigos. Desde entonces su cocina casera atrajo a la gente en un local cuya principal decoración eran varias botas de vino; el jerez y el tapeo ‘artesano’ eran el leiv motiv de la reunión que cada día se daba cita allí.
Desde aquellos inicios el pescaíto frito o a la plancha, junto a una variedad de tapas caseras marcaron un rumbo ascendente, eso sí, sin aglomeraciones. La entonces Bodeguita El Cuco empezó a correr de boca en boca entre los que buscaban un lugar especial. En 1991 fue adquirido por Domingo, con un amplio recorrido en la hostelería local. Ahora el rebautizado Bar El Cuco, situado en la avenida Ingeniero Ángel Mayo, pese a estar algo escondido, cuenta con una clientela numerosa y fiel. Su fama, avalada en este mismo medio por el chef estrella Michelin Israel Ramos, no se discute.
Quienes han pasado por su comedor lo certifican como un lugar de excelente servicio y su producto más demandado y alabado es el pescaíto frito. Hablamos con José Carlos antes de meterse de lleno en la faena de cada día. Es hijo de Domingo, del que tomó el negocio hace once años junto a su hermano.
Mientras conversamos, el teléfono del bar no para de sonar para reservar mesa. Dice que el éxito del pescado frito de su casa radica primero “en la elección de nuestros proveedores, ya que somos rigurosos con la calidad que deseamos para todos nuestros alimentos”. De hecho, en Tripadvisor la puntuación de sus clientes llega a 4,5 puntos sobre 5.
“Gracias a Dios esto no para. Ya no tenemos mesas libres y todos los días igual”, comenta José Carlos mientras termina de apuntar las reservas, mientras que su hermano Victor remata la colocación de pescados en el expositor de productos. El pescaíto frito es el rey de la casa. Dicen que es el mejor. El secreto, nos cuenta, está “en la calidad de la materia prima, una harina y aceite limpios, y la mano de mi hermano Victor que es el cocinero”.
Además de frito, el pescado a la plancha es otro de sus platos más demandados junto a una exquisita ensaladilla, marisco y algo muy de aquí, tomate aliñado. Son seis las personas que trabajan en el bar. “Al principio tenía muchas dudas porque la clientela era de mi padre y siempre un cambio provoca incertidumbres”, recuerda José Carlos de cuando cogió el bar cuando su padre se lo cedió.
El momento en el que reformó el establecimiento, “la cosa empezó a subir”. En el comedor entra una treintena de personas aparte la terraza por las noches: “Como dice mi padre, poquito y bien llevado”. Su progenitor sigue haciendo las compras de pescado en las pescaderías de Manuel Mendez, Chulián “y el Gallego que me trae productos de Galicia”.
Solo hace falta echar un vistazo a la opinión de clientes que han pasado por El Cuco, dejando impresiones como estas: “A la tercera fue la vencida. Ahora sabemos por qué: servicio excelente, buena materia prima y bien elaborada”. “Un lujo de sitio”. “En Jerez hay muchos sitios para tomar pescado pero este es, sin duda, el mejor”. “Gastronomía de primera categoría”. Un lugar que hay que buscar, y que merece la pena encontrar.
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