Bares de tapas típicos (y no tan típicos) que no te puedes perder en el centro de Granada

Desde el jamón asado a la comida vegana, pasando por las berenjenas fritas, el centro histórico de la capital nazarí es un hervidero culinario de bares con solera que no dejan de renovarse sin abandonar la tradición

Vista general, este viernes, de Bodegas Castañeda, uno de los bares de tapas más típicos y celebrados del centro de Granada.
Vista general, este viernes, de Bodegas Castañeda, uno de los bares de tapas más típicos y celebrados del centro de Granada. FERMÍN RODRÍGUEZ

Si algo define culinariamente a Granada es la tapa. La ciudad de la Alhambra ha creado, a lo largo de décadas y décadas, una diferencia gastronómica en una idea sencilla: con cada bebida, la tapa de cortesía. Aunque el procedimiento pueda parecer simple, nada más lejos de la realidad.

El mundo que se abre en cada rincón de esta capital andaluza y cada bar que respira su cultura es inmenso. Más aún en el corazón de la ciudad, en su centro histórico. A los pies de la fortaleza nazarí, con la sierra nevada de fondo, y la inmensa Catedral como epicentro, estas son algunas de las joyas hosteleras por las que puede pasar de largo el turista, pero que forman parte del día a día de cada granadino. 

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Exterior de Bodegas Castañeda en Granada.   FERMÍN RODRÍGUEZ

Bodegas Castañeda

Entre Calle Elvira y Gran Vía, acorralado por carteles en inglés y anuncios de “spanish paella”, se encuentra uno de los lugares más auténticos y antiguos de la capital granadina. Desde 1927 lleva este local con sus puertas abiertas. Con su característica madera acogiendo a cualquiera que se acerque a echarse un vino o una cerveza, sus famosas tablas de ibéricos, croquetas o quesos vuelan de la barra a las mesas. De tapa, los platos de cuchara del día o las habas con jamón sirven para darle un gusto al paladar frente al frío de estas fechas. 

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Las increíbles berenjenas fritas de La Blanca Paloma, en Granada.    FERMÍN RODRÍGUEZ

La Blanca Paloma 

Con 37 años a sus espaldas, la Blanca Paloma ha ligado su identidad a una tapa tan conocida como singular al mismo tiempo, imposible de encontrar, al menos con la misma textura, por todo el centro: las berenjenas fritas. La receta, inconfundible, se sirve “siempre de primera” como apuntan los cocineros de la taberna. Está algo escondida, en una de las bocacalles de la Plaza del Carmen antes de entrar al Realejo. Por mucho que no se vea a simple vista, y para algunos habituales sea casi un secreto bien guardado, se trata de uno de los imprescindibles en la ruta del tapeo granadino. 

Bar Provincias 

Para aquellos que vienen a Granada atraídos por la tradición y espíritu del flamenco en la ciudad, el Bar Provincias es parada obligatoria. El mítico grafiti de Vive Morente en la pared frente a la puerta del local ya avisa. Se encuentra también entre callejones, en el área de la Catedral. Un bar donde confluyen tres generaciones de granaínos que mantienen la esencia del local: pescado bien fresco frito de tapa y la caña tirada siempre con gracia en este bar mítico, de los que más solera tiene en la ciudad. De toda la vida.  

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Vista del bar Aliatar, un sitio típico y rico del centro de Granada.   FERMÍN RODRÍGUEZ
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El 'perrito' del Aliatar.    FERMÍN RODRÍGUEZ

Bar Aliatar 

Y si hay un sitio típico, entre los típicos, ese es el Bar Aliatar. Irse de Granada sin probar al menos uno de sus más de 40 tipos de bocadillos roza lo criminal. Abierto desde 1947, su barra metálica y el ambiente concurrido, donde la caña se toma normalmente de pie, son patrimonio de la ciudad. El 'perrito' es, hoy por hoy, la estrella entre la carta, pero entre el bocadillo de habas, anchoas y mayonesa, tortilla o ensaladilla se disputan también el podio. Hay para todos los gustos, como avisan las cartas en sus paredes. Un imperdible. 

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El propietario de Las Rejas con una de sus tapas.   FERMÍN RODRÍGUEZ

Bar Las Rejas 

Saliendo del centro histórico más evidente, bajando al barrio de la Magdalena, hay un reguero de locales escondidos donde la experiencia es un grado a la hora de elegir. En esa amalgama de calles capaz de hacer perderse hasta a los propios vecinos en un día tonto, está el Bar Las Rejas. Una institución del barrio y con algunas de las tapas más generosas de la zona. Abierto desde 1985, los pinchitos, la carne en salsa, la morcilla, los callos y los caracoles son parte de una carta casera que no decepciona nunca. Este pequeño negocio familiar está ubicado concretamente en la calle Verónica de la Magdalena, 42. Sí, es fácil perderse, pero una vez entras, en todo caso, es difícil no insistir en acordarse del sitio. 

BAR LA GOMA
Bar La Goma, otra barra clásica y suculenta en Granada.    FERMÍN RODRÍGUEZ

La Goma 

Como opción para los veganos, Granada tiene igualmente sus bares predilectos. En concreto, muy cerca de Las Rejas, la solera del local llega hasta el siglo. Después de 100 años, sin embargo, en la última década se ha convertido en un refugio, no solo para aquellos que prefieren no comer carne, sino, sobre todo, en un lugar de encuentro para los amantes de la comida con sabor auténtico. 100% vegano, con productos locales, de temporada, ecológicos y con su menú a medio día por si la tapa no llena del todo. 

Sobre el autor:

Álvaro Holgado

Álvaro Holgado

Periodista, escritor y actor. Antes en ABC, El Confidencial, El Faro de Ceuta o La Voz de Cádiz. Ahora y casi siempre, en Granada.

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