Donde antes había piedras y suciedad, ahora hay muchos metros de arena, sombrillas, toallas y neveras, sobre todo los fines de semana del inicio de un verano muy prometedor en Bornos, que estrena playita. Más de 3.000 metros cuadrados de espacio y 600 metros de baño que vienen a complementar la oferta de turismo de interior de la provincia durante los meses estivales.
En la orilla de la playita, cuando la visita lavozdelsur.es, hay cuatro hermanos que acaban de darse un chapuzón. Vienen de la localidad sevillana de Dos Hermanas, y pasarán unos días en el pueblo, antes de partir hacia la playita de Zahara de la Sierra y luego a la Sierra Norte de Sevilla. Con ellos viajan cinco niños, que practican paddle surf mientras los observan atentamente a unos metros de distancia. "Estamos con un poco de miedo por las corrientes acuáticas", confiesa uno, aunque de momento no ha habido sustos.
"En invierno he estado por la costa de Cádiz, también por El Portil (Huelva), pero en verano se masifica todo, eso me agobia y por eso hemos venido aquí", cuenta uno de los hermanos, que se juntan cada vez que puedan para hacer planes en familia. Ellos conocieron la existencia de la playita por un conocido y por redes sociales, y quisieron probar. "Pero a la gente le cuesta tomar la iniciativa de ir a un sitio nuevo", comentan. Ellos, sin embargo, están encantados. "He subido al pueblo dos veces y la gente muy amable, venía con bolsas y se han ofrecido a ayudar", agrega el hermano mayor.
Jony y Patri, ubicados unos metros más arriba, debajo de una sombrilla de paja, vienen desde el pueblo sevillano de Las Cabezas de San Juan. "La playita de Arcos estaba a tope, muy masificada, y vinimos para acá", cuenta él. Ambos, ataviados con la nevera, donde llevan las bebidas y unos buenos bocadillos de chorizo, pretenden "echar el día". "Hasta las ocho mínimo estaremos", puntualiza Patri. Junto a ellos descansa una tabla de paddle surf, que casi están estrenando, que acaban de hinchar, y que prueban poco más tarde en las aguas del pantano.
A pocas sombrillas de distancia de Jony y Patri están Miguel y Raquel, una pareja de San Fernando que acude con su hijo pequeño, del mismo nombre que el padre. "Los días de Levante no se puede estar en la playa", cuenta él, justificando su presencia en Bornos. Es la primera vez que acuden a la playita, huyendo del fuerte viento y buscando tranquilidad. "Tenemos la costumbre de viajar por la provincia", dice Miguel, el padre. En 50 minutos han llegado.
Además de bañarse o de tomar el sol, en la playita de Bornos se pueden practicar diversos deportes. Desde montar en kayak, a alquilar unos hidropedales o sobrevolarla en tirolina, por poner algunos ejemplos. Antonio Benítez, propietario de la empresa Náyade, se encarga de ofrecer hidropedales. Hasta 16 tiene a disposición de los bañistas. Una tradición recuperada en la localidad muchos años después de que se perdiera.
"Hasta ahora no va mal, a ver si con el paso de los días se anima aún más”, comenta Antonio Benítez cuando atiende a lavozdelsur.es. Él, que es empresario de la hostelería —tiene tres bares y gestiona el de la piscina municipal— ha apostado por este sector, confiando en que tenga tirón. “Todo el que llega nos dice que tenemos un pantano precioso y la verdad es que el paseo es espectacular”, señala.
¿Y para comer? Muy cerca de la playita está el chiringuito El Embarcadero, que regenta Santiago Romero desde su apertura, en 2017. Este verano es “una incógnita”. Debido a la playita, han cambiado sus horarios y ahora prestan servicio a mediodía, cerrando solo los lunes. “Vamos a hacer una apuesta”, sostiene, con la idea de que este atractivo los ayude a atraer más público.
Un buen repertorio de ensaladas, además de ensaladillas, papas aliñás, salmorejo, parrilladas de verduras, carnes ibéricas, ternera y mucho pescaíto frito forman la base de una carta, la de El Embarcadero, en la que el plato estrella son las alcachofas. Aunque también destacan el revuelto de aguacate con gulas y langostinos al ajillo, las habitas baby con jamón salteado o los huevos rotos al whisky.
“Hay cerca un parque de multiaventura, un parque infantil a 15 metros para estar tranquilos y tener a los niños controlados, tenemos zona chill out por las noches”, abunda el hostelero. “Además, tenemos unas lunas llenas que son la envidia del mundo. Y un amanecer que es lo mejor. Bornos tiene mucho para ofrecer”, dice Santiago, que regenta un chiringuito pero que bien podría ser concejal de Turismo.
En el pantano, desde hace 20 años, tiene presencia el Club Deportivo de Vela de Bornos. Su presidente, Antonio Rodríguez, espera que la playita sirva de impulso para la afición a este deporte, ya que a la localidad se espera que vengan muchos visitantes a lo largo del verano, que pueden conocer las instalaciones. “Todos los veranos hacemos actividades de kayak y piragüismo”, comenta, y este año también de iniciación a la vela.
El Club Deportivo de Vela, una asociación no lucrativa, tiene dos décadas de vida, aunque cuesta que los vecinos de la localidad se aficionen. “La gente aprende y sabe navegar, pero es difícil que vengan de continuo porque el agua está lejos y esto tiene un trabajo”, apunta Rodríguez, quien considera que el verano es muy buena época para navegar a vela en Bornos. “Nos llega el Levante, que es el viento mas limpio, de frente desde la Sierra de Grazalema”, describe.
Para Paco Sánchez, del CAT (Centro de Actividades Turísticas), ubicado a pocos metros de la playita, “cualquier aliciente nuevo es una mejora y un beneficio para el pueblo”, aunque él confiesa que no se va a lucrar empresarialmente. “El verano es la época en la que menos trabajo, por el calor”, dice, ya que se dedica a dar clases de paramotor, además de regentar un campamento turístico. Aunque en un futuro no descarta impulsar un proyecto relacionado con la náutica.
Pedro Pablo Gómez, propietario de Horizon, una empresa de actividades acuáticas, dice que “aún es pronto” para saber el impacto que tendrá la playita en su negocio y en el entorno, aunque tiene puestas muchas esperanzas en ella. “Ya se estaba tardando en hacer algo así, ¿cuántos pueblos tienen un embalse al lado? No hay muchos y éste es muy bonito”, sostiene. Su empresa, además de ofrecer viajes en kayak, organiza rutas de senderismo, tiro con arco o actividades de team building —experiencias de equipo entre compañeros de trabajo—.
La playita de Bornos, que se enfrenta a su primer verano de vida, ha contado con 40.000 euros de financiación procedente del Ayuntamiento local, destinados a la limpieza y desbroce de la zona, el aporte de arena de playa, la señalización y la instalación de papeleras, cartelería informativa, islas verdes y sombrillas. El alcalde de Bornos, Hugo Palomares, destacaba durante su inauguración "la ilusión del equipo de gobierno por cumplir con uno de sus compromisos electorales y el gran trabajo realizado por los técnicos y trabajadores municipales". Una playita que espera consolidarse entre los atractivos de la oferta estival de la provincia.