Salpicón de marisco, ensaladilla de pulpo, costillas. Las bandejas del buffet ya rebosan de comida hecha con mucho “love”. Un adorno con esta palabra lidera la zona a la que pronto se acercarán los comensales para llenar sus platos. En este establecimiento ubicado en el Camping de la Rana Verde, en Chiclana, se come “Como en casa”.
Ya lo dijo una señora que un día degustó menudo. Fue ella la que propuso este nombre para un rincón hostelero donde se respira humildad, sencillez y ganas. “Somos una gran familia”, dice Sonia López Gallardo, chiclanera de 43 años, junto a un recipiente lleno de albóndigas y otro de almejas a la marinera. Ella está al frente de este local en el que aterrizó en mayo de 2023.
Con esfuerzo, lo prepararon todo y abrieron sus puertas como arrocería, el buffet surgió después. La chiclanera se ha rodeado de un equipo que rema junto a ella en los buenos momentos y en los que no lo son tan-to, ya que en este negocio se da empleo a personas que “lo necesitan”, en riesgo de exclusión o con dificultades.
“Todas las que trabajamos aquí hacemos comida de toda la vida, comida casera”, explica. En su buffet se come “pucherito de nuestras abuelas” y guisos tradicionales. Sonia compra los productos en la plaza de Abastos de su ciudad, desde el pescado y el marisco, que cuecen a diario, hasta las carnes y las verduras. En este buffet se puede comer pescaíto frito, carrillada o navajas, platos que conforman la gastronomía andaluza elaborada enlas cocinas de los hogares.