"Una delicia", "tendremos que probarlo", "maravilloso"... la respuesta de los fans ha sido casi unánime: lo último de Casa Bigote, el legendario e imprescindible de Sanlúcar, se sale. Se trata en esta ocasión de un trampantojo que convierte en un falso plato de jamón ibérico el delicioso atún rojo salvaje de almadraba, tan característico en la costa gaditana en esta época del año.
Orgullosos de mostrar "el atún en todas sus formas", el restaurante con barra de Bajo de Guía, que dirige Fernando Bigote, junto a su hermano César, no para de acumular premios y reconocimientos.
Son la tercera generación de un restaurante que empezó como taberna y que se ha convertido hoy en día en toda una referencia en la provincia de Cádiz. Contaba Fernando Bigote, en un reportaje en lavozdelsur.es, que su abuelo no tenía en mente un restaurante, sino "un despacho de vino". Entonces, en la playa de Bajo de Guía lo que había eran marineros.
Hoy, Casa Bigote se divide en la taberna originaria, de mesas más altas y terrazas, y el restaurante, con dos plantas y vistas a Doñana con mirador. Son dos recintos diferentes separados por un callejón, donde de hecho, entre medias, hay otras terrazas que no son Bigote. Su carta, en paralelo, también se ha expandido y sus delicias han ido aumentando pero siempre con un sello de calidad único.
Por encima de todo, no obstante, y como se demuestra en los comentarios en sus redes sociales, una de las claves del negocio es "el calor de la gente". "Sirve de poco tener el mejor producto si no das al cliente ese puntito de cariño que todos agradecemos. Así las cosas se comen bien". Y es así. Por eso, Casa Bigote es uno de los locales más queridos de la provincia de Cádiz.
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