Desde la céntrica plaza de San Roque, en Sanlúcar, el olor a repostería tradicional te guía a las puertas de Mr. Cheesecakes. En el local, Iñaki de Cáceres (Bilbao) y Monique Presa (París) brindan una acogedora bienvenida al templo de las tartas de queso de la provincia de Cádiz.
“Solo trabajamos un producto”, dice el vizcaíno, mostrando la infinita vitrina que es un regalo para todos lo sentidos. Su negocio se basa en la elaboración en exclusiva de este dulce tradicional, pero el secreto de su éxito va más allá: el matrimonio tiene el don de crear un postre con cualquier queso del mundo.
San Marcos, Lemon Pie, con chocolate, moscatel, Baileys, incluso de queso Apolonio con jamón serrano: no existen ingredientes con los que Iñaki, chef principal de la empresa, no pueda crear una tarta de queso. El secreto su producto radica, sobre todo, en "la imaginación y la creatividad" por parte del matrimonio a la hora de crear algo nuevo, pero también en la pasión. “Para hacer una buena repostería hace falta materia prima de buena calidad, amor y mucha paciencia”, dice la pareja al alimón.
Iñaki y Monique se han hecho un hueco en los corazones y en los estómagos de los sanluqueños en muy poco tiempo. Ambos llegaron a esta Capital Gastronómica buscando un poco de libertad. Muy lejos de sus ciudades natales, emprendieron un viaje al sur para vivir un lugar cálido y especial y llegaron a Sanlúcar, donde se enamoraron a primera vista. “Estábamos en Osuna, un pueblecito de Sevilla, donde abrimos una cafetería que no acabó cuajando por culpa de la pandemia. Vinimos aquí un día a comer, no conocíamos mucho de este lugar. Llegamos, respiramos el aire del mar y sabíamos que era lo que necesitábamos. Sanlúcar tiene una energía diferente, es un lugar distinto”, narran.
A pesar de que el sabor de sus postres refleja años de experiencia, Iñaki empezó en la repostería en 2020. “Yo no había cocinado un dulce en mi vida, pero Monique me empujó a que me inscribiera en un curso de repostería francesa con Manu Jara. Después de eso abrimos un local en Osuna donde empezamos a introducir algunas de las recetas que aprendimos, pero tuvimos que cerrar por la pandemia”, cuenta Iñaki. En su vitrina se exhiben unas magdalenas con una de las recetas de su mentor que ha bautizado como ‘Las mejores del mundo’ en honor a un cliente de Sevilla que las describió como tal.
Cuando llegaron a Sanlúcar abrieron un pequeño local llamado Le Patisserie en Pío XII, una calle que, aunque cerca del centro, es casi invisible para los visitantes de fuera de la ciudad. “En ese local hacíamos repostería francesa, pero el turista no pasaba mucho por allí. Fue el boca a boca por parte de los vecinos lo que nos dio a conocer. Son los sanluqueños los que nos han dado a nosotros de comer y nos ha alzado”, explica Iñaki, que añade que en ese local tenían un concepto de repostería totalmente diferente: "Hacíamos toda clase de repostería francesa".
No obstante, fueron sus tartas de queso, uno de los postres más tradicionales y a la vez solicitados en la actualidad, las que lograron que el matrimonio se hiciera un hueco en la ciudad. Es por ello por lo que ahora solo se dedican “a un solo producto” en un nuevo local en la plazoleta de San Roque: “Es un sitio pequeño y en un futuro nos gustaría abrir un obrador, pero no queremos quitar el horno de aquí porque es lo que alimenta a la calle”.
Para Iñaki, el secreto de la buena repostería recae, sobre todo, en los ingredientes de los dulces: "El secreto de la buena repostería es utilizar materia prima de primera calidad. Hay que darle mucho cariño a lo que estás haciendo. Lo que intentamos hacer es algo que sea saludable, que no sea empalagoso y que sean para todos los gustos, que se la coma desde un niño hasta una persona mayor".
El vasco comparte una bonita amistad con el mejor panadero del mundo, Domi Vélez. Por ello, Mr. Cheesecakes tiene la exclusiva de ser el único lugar fuera de Lebrija donde se vende su pan. “Como homenaje, hemos hecho una tarta de queso con flor de guisante de mariposa para honrar el pan con el que ganó el certamen y se le otorgó el título”, cuenta, y añade que, además, van a crear su propia versión con un toque de mojito para refrescar la receta.
La favorita de sus clientes, su postre estrella, es sin duda la tarta elaborada con queso de cabra payoya de la Dierra de Cádiz. No obstante, casi semanalmente inventa una nueva fórmula para “no aburrir a sus clientes”. “La gente de aquí me dice que lo bordo, que le meto las cantidades perfectas la materia prima y saben a lo que es. Si es de queso de cabra payoya sabe a payoya. Dependiendo del queso hay que jugar con más o menos y cantidad”, narra Iñaki, que no duda en seguir innovando con sus recetas y cuya cabeza nunca para de pensar en cómo sorprender a sus clientes.
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