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María del Mar Bellido Benítez es la encargada desde hace 23 años de este establecimiento, que posiblemente sea la primera pizzería que abrió en Jerez. De lo que no cabe duda es que es la más longeva, lleva abierta más de 43 años desde que en 1981, su tío, Manuel Benítez Cerpa, decidió inaugurar este negocio en Jerez, una extensión del Bar Pavón que tenía en Rota, de donde era natural. María del Mar y los empleados del Coto de Marqués son roteños y viven allí. De hecho, los trabajadores, excepto uno que es jerezano, vienen todos los días juntos en una furgoneta. El nombre del restaurante tiene su origen en el apodo del, ‘El Marqués’.
En la ‘memoria histórica’ de la restauración en Jerez, El Coto del Marqués es un emblema. Pocos son los que no lo conocen. Tras estos 43 años de recorrido, su marca es sinónimo de calidad. Tanto es así que a día de hoy tiene una clientela extremadamente fiel y que se cuenta por generaciones. No es extraño comprobar que muchos habituales del restaurante en sus primeros años acudan ahora acompañados de sus hijos.
Este hecho enorgullece a María del Mar, que cuenta 47 años de edad, que, subraya a la lavozdelsur.es, como una clara muestra del éxito y la perseverancia en calidad y precio, un concepto mantenido desde que abrió en un local comercial en los bajos de un edifico de viviendas de la barriada de Icovesa.
Asumió el negocio cuando falleció su titular y tuvo claro entonces, y ahora, que la línea que se impuso no variaría. De hecho, la carta sigue siendo la misma, con alguna pequeña variación para adaptarse a los gustos del momento, pero en lo esencial esta misma. “Cuando fallecido mi tío, mi madre me ofreció seguir adelante. También teníamos la opción de cerrar, pero claro, ¿qué hacemos con estos trabajadores que tanto tiempo llevaban aquí? Por lo que decidimos seguir a ver cómo iba la cosa y así hasta ahora”.
La encargada cuenta que cuando se hicieron cargo del Coto del Marqués, “le dimos un cambio de imagen, lo pusimos un poco más moderno y la verdad es que ha ido bastante bien”, recalca que “mantenemos siempre el mismo de comida, unos precios bastante buenos y seguimos en una zona familiar”.
El arroz es uno de los platos estrella en una carta en la que poco ha cambiado: “Hemos metido dos o tres tipos dentro de la gran variedad de hamburguesas que todas llevan el nombre de los hijos de los que trabajamos aquí, el taco mexicano y poco más. La verdad es que es lo mismo porque es lo que la gente demanda”, comenta y señala que cuando meten un plato nuevo “la gente ni lo pide. Siempre va por el arroz, la carne. Ya le digo, tenemos clientes que incluso van todos día por la misma comida”.
El secreto del éxito y que un restaurante de este tipo, que tanto abunda en Jerez, siga arriba desde hace más de cuatro décadas, lo achaca María del Mar a “un buen servicio y a la calidad de los productos; utilizamos todo de primera calidad. La masa de las pizzas la hacemos aquí delante de la gente. Es todo muy muy casero. No hay congelados”. Otro secreto es el personal, “gente madurita”, que lleva muchos años en el Coto, “una plantilla excepcional”.
No reparte a domicilio, pese a que lo intentaron. Se preparan pedidos para llevar, “muchísimos” y coger mesa en las horas punta obliga a esperar. “Que siga todo como va y que a la gente le siga gustando la comida y mantener nuestra clientela”, es el deseo de esta roteña heredera de un negocio icónico en Jerez, que popularizó este tipo de carta en la que la pizza era el producto gancho para entrar en el mundo del fast food con calidad y precio.
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