Primero llegan la tortilla de patatas de diez huevos —con queso curado en su interior— y un plato con tomate en rodajas y queso fresco. Luego, cuatro huevos fritos, lonchas de lomo adobado, también de pavo y salami, el chorizo refrito y queso en lonchas. Y para rematar, una tarrina de medio kilo de manteca colorá, un buen surtido de patés y un kilo de mantequilla Imperial. A eso hay que sumar el pan, café o zumo.
En todo eso consiste el desayuno "completo" —aunque van variando los platos— que sirve el Hotel Cortijo Las Grullas de Benalup, donde sus desayunos son tan completos que es imposible devorarlos si no es con ayuda. Con mucha ayuda. El propietario, Juan Román Navarro, asegura que esta cantidad es para cuatro personas, aunque puede dar para muchos más.
Un brunch —mezcla de desayuno y almuerzo— que tiene una amplia variedad, en su mayoría elaborado con productos de la zona. Los huevos de la tortilla proceden de una granja cercana. El queso fresco es de Montealva (Torrecera). El pan es de la panadería San Martín, de Benalup. El chorizo, de una carnicería local. La manteca colorá es casera. El aceite es de Olvera. Y los tomates, de huertos cercanos. Todo por 9 euros por persona.
Un desayuno pantagruélico que se lleva casi 25 años sirviendo en este local de Benalup donde todo es en exceso. También los almuerzos. Hay guisos del día. Juan recomienda el cocido de tagarninas, la berza con caldillo o la sopa de tomate —"la cuchara se está poniendo de moda", sostiene, "porque en las casas cada vez se cocina menos"—. Pero también platos de perdiz, faisán, conejo, pato o venado.
Hace casi un cuarto de siglo que abrió el primer hotel de Benalup, con un estilo de típico cortijo andaluz. De hecho, lo lleva hasta en el nombre. Con dos terrazas, una de ellas plagada de árboles, con arcos encima de los cuales se encuentran sus 19 habitaciones. El salón del restaurante también es amplio, como sus mesas, pensadas para albergar los muchos platos que sirven con sus desayunos o almuerzos, claro.
El Hotel Cortijo Las Grullas nació en agosto de 1999, cuando Juan volvió a su Benalup natal después de trabajar en negocios hosteleros de Cádiz, y previamente en Santander. Fue estudiante de la segunda promoción de la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones de Cádiz, tras lo que puso en práctica los conocimientos adquiridos.
En el hotel, los desayunos "completos" se servían a los inquilinos, en un primer momento, como parte del buffet libre que ofrecían, aunque muchos clientes del restaurante quisieron probarlo, y así se fue popularizando, y sirviendo al público en general, que va a buscarlo. Procedente de todos los municipios de la provincia.
"Como teníamos el hotel, buscamos un aliciente para los clientes. Como en el pueblo no había muchas cosas que visitar, teníamos que atraerlos de alguna manera", cuenta Román a lavozdelsur.es, explicando los motivos que llevaron a incluir este tipo de desayunos en su negocio. Fueron los muchos moteros que paraban en el hotel los que los popularizaron, y provocaron que muchos clientes vinieran buscándolo.
"Hay gente que escucha Benalup y lo relaciona con Las Grullas", comenta Román, lo que es un orgullo para este empresario hostelero, que confiesa que el trabajo es "duro", pero que lo hace "con satisfacción", como buen apasionado de la hostelería. "Me ha gustado siempre, y nos hemos trabajado la clientela con el tiempo", apunta. "Y la verdad es que la gente sale muy contenta".
Juan Román está al borde de la jubilación. A sus 63 años, no sabe qué pasará cuando termine su trayectoria laboral. Por lo que espera que alguien se interese por un negocio cuyo modelo "funciona". De eso no hay duda.
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