Keanu Reeves pasó por aquí, podría rezar en cuadrito con una foto de la estrella de Hollywood en una de las paredes del local del castizo barrio de San Miguel, en Jerez.
Pero lo cierto es que en sus paredes no hay casi sitio porque todo el protagonismo se lo lleva la vecina más ilustre del barrio, doña Lola Flores. Casi a los pies del monumento que Jerez dedica a su estrella más rutilante y universal, Atuvera, la gastrotaberna de Ángel Villaescusa, ha vuelto.
No estaba muerte, que andaría de parranda, porque este festín gastronómico y enológico ha regresado este mes de junio a pleno pulmón, con algunos de sus platos de siempre, una carta de vinos muy mejoradas —con especial atención a joyitas del Marco de Jerez— y el suculento postre María de la O, un esencial en la visita a este agradable negocio hostelero que ahora ha reabierto, tras más de medio año cerrado, haciendo gala de su alma folklórico moderna en plena Cruz Vieja.
En unas antiguas caballerizas del siglo XVI (más de 400 años de edificio catalogado, patrimonio histórico y cultural de Jerez), la visita a Atuvera enciende los sentidos y es raro que quien va a este local del centro de la ciudad no repita.
A la altura en cuanto a calidad-precio, la nueva temporada se estrena con carta de restauración algo reducida, pero con platos como el carbón de bacalao y el gambao, el pan bao con gambón salteado con curry rojo.
Atuvera no para de crecer como uno de los mejores restaurantes de la provincia de Cádiz. En el ranking de TripAdvisor tiene 835 comentarios como 'excelente' de los más de un millar que ha recibido.
Su mix de cocina fusión muy elaborada tiene una calidad-precio imbatible, pero lo reducido de su local hace que, sobre todo en temporada alta, haya que reservar con antelación para tener hueco.