Daniel Ramos, el maestro panadero de Chiclana, el mejor de España en The Baker, un exigente concurso que pretende prestigiar al oficio, recuerda junto a su socia de vida y negocio, Ángeles Aído, la evolución de un obrador, La Cremita, que busca la excelencia a partir de la constante innovación. “Comer buen pan no significa gastar mucho dinero”, defienden ante un ramillete de productos artesanos basados en la calidad de la materia prima.
No es ya la esponjosidad y la textura de sus panes de cúrcuma, lino o chicharrones, su pan candeal, sus molletes, o su bollería artesana, es su “constante innovación”, como demostraron este 2024 en Madrid Fusión, una de las citas gastronómicas clave de cada año en España y a la que llevan asistiendo cinco años consecutivos.
Este horno, con obrador central en el polígono Pelagatos de Chiclana y varios puntos de venta repartidos por la propia Chiclana, San Fernando y El Club del Gourmet de El Corte Inglés de Cádiz y Jerez, parte de una idea basada en un clásico que muchos persiguen y no todos consiguen: buscar la excelencia a través de “no estarme nunca quieto, no conformarme”, reconoce Ramos, que sigue yendo cada fin de semana al obrador a controlar el PH de su masa madre.
“Nos gusta diferenciarnos y hacer cosas exclusivas para nuestros clientes, que no las encuentren en las grandes industrias. Al final no hacemos solo pan. Tanto Ángeles como yo nacimos en cocina, nos formamos en las cocinas, y eso nos ha llevado a ir más allá en nuestro obrador”, aseguran los responsables de La Cremita, que provee de manera fija a 120 diferentes negocios hosteleros, entre ellos varios restaurantes de alta cocina.
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