Nadie ha querido perderse la reapertura de un chiringuito muy especial para Paz Padilla y su hija Anna Ferrer. El Trompeta Beach, ubicado en la calle El Vapor, en Zahara de los Atunes, resurge en la costa gaditana. Era el local que regentaba Luis Padilla, hermano de la presentadora y humorista gaditana.
Ahora, este rincón con encanto vuelve tener vida gracias a Paz y su hija, que han querido rendir homenaje al ser querido.
“Abierto para no cerrar”, así lo han definido en su inauguración privada, repleta de amigos y familiares. El Trompeta renace con la ilusión de convertirse en un punto de encuentro para todos aquellos que busquen diversión, buen ambiente y ese toque de cachondeo tan característico del lugar. A partir de mañana, abrirá oficialmente sus puertas al público general con el mismo objetivo: seguir siendo un espacio para celebrar la vida.
El chiringuito ya luce renovado tras unas obras de reforma para quienes quieran disfrutarlo. “Siempre con la esencia de él”, han recalcado en sus redes sociales, en referencia al fallecido en octubre del año pasado.
Mantener vivo el legado familiar
Tras la pérdida de Luis, Paz Padilla, su cuñada y Anna Ferrer se han volcado en este proyecto con un propósito claro: honrar su legado. “Queremos que El Trompeta sea un punto de encuentro para celebrar la vida y mantener ese legado”, ha explicado Ferrer en un vídeo compartido en redes sociales. Un mensaje cargado de emoción y agradecimiento que ha resonado entre los seguidores del establecimiento.
En ese mismo vídeo, Anna detalla el proceso vivido en estos meses de reformas y emociones encontradas: “El camino hasta aquí ha sido más bien agridulce, en lo personal y profesional”. A pesar de las dificultades, asegura que todo se ha hecho con el corazón, rodeadas de personas dispuestas a ayudar en cada paso.
Para Anna, el mayor regalo de su tío ha sido precisamente esa red de apoyo: “El mejor legado que nos ha dejado Luis: el tenernos los unos a los otros para lo bueno y lo malo”. Ahora, ese espíritu se respira en el Trompeta Beach, donde todo esfuerzo encuentra su recompensa a las puertas de la temporada de primavera.