Desde el pasado 31 de diciembre está cerrado el restaurante Alboronía, en la calle Gibraleón. Por motivos personales, las personas que estaban al frente del negocio han decidido traspasarlo y ahora se anuncia en portales especializados. Es probable que no pase mucho tiempo hasta que vuelva a abrir sus puertas, ya con nuevos inquilinos.
Por el traspaso pide el dueño del local 30.000 euros o un alquiler de 1.000 euros al mes. Se trata de un local que cuenta con 108 metros cuadrados construidos y que dispone de dos plantas en el centro de Jerez.
En el anuncio donde se publicita el posible traspaso se habla de un "coqueto restaurante en pleno centro de Jerez. Cocina súper completa con luz natural y todos los electrodomésticos que se necesitan. El salón tiene unos suelos de lozas hidráulicas auténticas en perfecto estado. Posibilidad de poner cinco o seis mesitas en terraza. Ningún problema con vecinos. Para entrar a trabajar".

La condición que pone el dueño es que siga siendo un restaurante y que no se convierta en un bar de copas, que es la corriente de muchos locales que se están abriendo en los últimos tiempos en el centro de Jerez.
Alboronía estaba abierto en este emplazamiento, entre San Marcos y calle Francos, desde 2018. Anteriormente, se encontraba ubicado en el Zoco de Artesanos, pero ya era una institución en un enclave histórico de la ciudad.