Seguro que han oído hablar de Lou Burger, un local que ha ganado fama en redes con miles de seguidores y se ha convertido, en solo tres años, en uno de los sitios preferidos de El Viso del Alcor. Este rincón sencillo y sin grandes parafernalias oculta una historia profunda en cada una de sus hamburguesas. Tras una carrera en prestigiosos restaurantes, Manu Martín decidió dar un giro y apostar por el street food o, como lo llaman algunos, el food porn. Inspirado en un estilo personal y marcado por el toque especial de su esposa, Lou Burger es el sueño de un matrimonio que ha conquistado la oferta gastronómica de Sevilla y Andalucía. Sus hamburguesas reflejan una cocina sin formalidades, centrada en el sabor, la identidad y la autenticidad que definen a Manu.
Rompiendo con la etiqueta
No todos los chefs con experiencia en la alta cocina deciden aventurarse en un concepto como Lou Burger, un tipo de gastronomía que ha ganado popularidad en los últimos años. Con un currículum que incluye algunos de los restaurantes más destacados de España, Manu ha trabajado en establecimientos como Mugaritz, considerado uno de los mejores del mundo y referente en la vanguardia culinaria. Su trayectoria le llevó también a gestionar cocinas en hoteles de cinco estrellas y restaurantes de lujo, adquiriendo habilidades en entornos de alta exigencia. En su último puesto, era jefe de cocina en el Hospital Sagrado Corazón de Sevilla, donde coordinaba también las cocinas de otros hospitales, una experiencia que le enseñó a manejar la presión y a perfeccionar su precisión.
Sin embargo, tras años en el ambiente protocolario de la alta cocina, sintió que era momento de buscar algo distinto. “Me cansé del protocolo; quería algo más desenfadado y callejero. Me gusta el rollo street, el graffiti y el rap. Así que me lancé a una cocina más freestyle, algo más yo”, confiesa. Su amor por la cultura urbana, palpable en la estética de Lou Burger, desde la decoración hasta la presentación de los platos, ha sido un componente clave en su éxito, haciendo que cada detalle del local refleje la esencia del chef.
Un proyecto en familia
Para Manu, la familia ocupa un lugar central en su vida, y Lou Burger no es la excepción. El nombre del restaurante, lejos de ser un guiño al marketing, surge del apodo cariñoso de su esposa, Mariló, a quien Manu llama “Lou”. “El nombre de ‘Lou’ viene de mi mujer. Cuando hacía hamburguesas en casa para amigos, pensé: ‘Lou Burger’. Me gusta cómo suena y tiene un toque especial para mí”, relata. Este proyecto es el sueño compartido de una pareja en el que, aunque Mariló no esté en la cocina, cumple un papel crucial en el negocio. Como asesora fiscal, se encarga de la gestión administrativa, permitiendo que Manu se concentre plenamente en su pasión culinaria. “Es realmente el sueño de ambos”, afirma Manu, reconociendo el constante apoyo de su esposa. Así, cada creación, ingrediente y técnica en Lou Burger es un reflejo de su historia y de sus influencias, en una cocina libre de protocolos y auténtica.
Los secretos de Lou Burger
Uno de los elementos que define a Lou Burger es la rigurosa selección de ingredientes. Manu ha llevado la calidad a otro nivel, eligiendo cada componente con sumo cuidado. “El secreto está en la carne y el pan”, asegura. La carne, elemento crucial en sus hamburguesas, proviene de proveedores certificados y seleccionados que garantizan su calidad. Manu utiliza cortes como la rubia gallega, el retinto y el buey del Valle de los Pedroches, una carne exclusiva por su limitada producción. Recientemente, ha incorporado un corte alemán, confirmando su interés por mantener el estándar en constante evolución.
El pan, otro de los elementos esenciales, es un capítulo aparte en su proceso creativo. Manu ha cerrado un acuerdo con la panadería Esencia de Mairena del Aljarafe, que le proporciona un pan tipo nube, exclusivo de Lou Burger y con una fermentación de dos días. Esta colaboración asegura que el pan cumpla con las exigencias del chef y contribuya al sabor característico de sus hamburguesas. “Queremos diferenciarnos cada vez más”, destaca Manu, quien además se esmera en la elaboración de todos los complementos de las hamburguesas. Desde las salsas caseras hasta las patatas fritas, consideradas las mejores de Sevilla, cada elemento es fundamental para una experiencia completa.
La técnica también desempeña un papel clave en Lou Burger. Para preparaciones como el brisket, Manu aplica una cocción lenta a baja temperatura que puede extenderse hasta dos días, logrando así una textura y sabor únicos. Esta técnica, que aprendió en sus años de alta cocina, le ha permitido crear platos complejos y deliciosos que elevan la experiencia de una hamburguesería convencional.
Plus Ultra
Desde su apertura, Lou Burger ha cautivado a los amantes de la buena hamburguesa. En 2023, fue distinguido como la segunda mejor hamburguesa de Sevilla, un reconocimiento que, aunque gratificante, no es el objetivo final de Manu. “Ya no me interesa tanto competir por títulos; prefiero enfocarme en mejorar el producto”, explica. Su prioridad es perfeccionar cada aspecto de Lou Burger, manteniendo la autenticidad y cuidando la selección de ingredientes y la elaboración de cada plato.
El éxito de Lou Burger ha despertado el interés de empresarios e incluso de algunos famosos, quienes han mostrado interés en colaborar para expandir el negocio a ciudades como Madrid o Barcelona. Manu, sin embargo, se muestra cauteloso: “Aunque es arriesgado, no lo descarto. Prefiero hacer las cosas despacio”, comenta. En lugar de expandirse de inmediato, prefiere evaluar cada opción y preservar la esencia que define a Lou Burger.
Mientras reflexiona sobre sus opciones de crecimiento, Manu ha encontrado en el food truck de Lou Burger una alternativa para llevar sus creaciones a distintas localidades de Andalucía. Cada fin de semana, esta caravana visita festivales y eventos, donde las hamburguesas de Lou Burger son recibidas con entusiasmo. “La semana pasada, por ejemplo, estuvimos en un festival de hamburguesas en Huelva y fue una locura. Lo agotamos todo”, recuerda con orgullo.
De la enseñanza a la inspiración
Además de ser un chef apasionado, Manu ha ejercido como profesor de cocina durante siete años en instituciones privadas, formando a nuevos talentos y transmitiendo su entusiasmo por la gastronomía. “Me gusta enseñar y transmitir lo que he aprendido. La cocina es algo que uno vive, y he intentado llevar esa pasión a las clases”, afirma. Esa vocación sigue reflejándose en su trabajo diario, ya que cada hamburguesa de Lou Burger encierra años de aprendizaje y un proceso de perfeccionamiento continuo. Para Manu, Lou Burger es una forma de dejar un legado y de inspirar a otros a seguir su propio camino en la cocina.
En un entorno donde las hamburguesas han alcanzado un estatus casi gourmet, distanciándose de las cadenas que ofrecen una calidad más baja, Lou Burger, junto a su creador, el freestyler Manu Martín, se ha posicionado como una referencia para quienes buscan una experiencia auténtica y de calidad. Es el sueño de un chef apasionado que ha sabido combinar técnica y creatividad, demostrando en cada patty que la verdadera cocina se define por la autenticidad y la conexión con el cliente, ese que va a mancharse las manos acompañado de una cerveza artesanal, sin etiquetas ni prejuicios.
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