Conocido por todos como Miguel ‘el del Leo’, Miguel Troncoso, a sus 45 años, es el actual propietario del Pub Leo, el bar de copas más antiguo de Carmona, en la provincia de Sevilla. La historia de este negocio comenzó con su padre, también llamado Miguel, y su tío, Manuel Troncoso, quienes, tras mudarse desde Los Palacios, abrieron el Bar Ciclón, que actualmente regenta Manuel como almacén privado y museo del recuerdo de la familia, de sus aficiones, de su querida Agrupación Deportiva Carmona, un lugar donde el tiempo se paró hace unos años a modo de postal eterna. Este primer local fue el inicio de la trayectoria familiar en el mundo del ocio. Fue allí, frente al Ciclón, donde Miguel padre y su hermano decidieron abrir el Pub Leo, justo cuando Miguel hijo apenas comenzaba a dar sus primeros pasos. Hoy, este pub es considerado el epicentro del ocio en Carmona.
El nombre del Pub Leo se debe a su ubicación, al pie de la Fuente de los Leones, cuya agua es alimentada por las históricas minas romanas de la ciudad. Desde los años 80, este rincón en la Alameda de Alfonso XIII ha acogido a familias enteras, reuniendo a padres, hijos y ahora también a los nietos de aquellos primeros clientes. Miguel reflexiona sobre este legado: “Es bonito ver cómo los mayores, que me conocían de niño, siguen viniendo y ahora traen a sus hijos. Eso es lo que hace especial al Leo, su historia y su gente”.
Para los Troncoso, el Pub Leo no es solo un negocio; es parte fundamental de la vida social de Carmona. Su céntrica ubicación lo convierte en un punto de referencia en la ciudad. “Aquí celebramos todo, desde carnavales hasta los éxitos de nuestro equipo de fútbol. Es como si el Leo fuera el centro social del pueblo”, dice Miguel con orgullo. En este lugar se entrelazan generaciones en un ambiente de cercanía y alegría que ha perdurado por más de cuarenta años.
En el calendario social de Carmona, el Leo es uno de los pocos espacios donde toda la comunidad puede reunirse. Aquí las “quintas” o grupos de amigos de diferentes edades encuentran un lugar para compartir. El pub ha sido testigo de todos los éxitos de la Selección Española, de los ascensos de clubes locales y de los primeros premios del carnaval. Para los carmonenses, el Pub Leo se ha convertido en el lugar donde convergen todos estos momentos de celebración.
De casta le viene al galgo
“La barra era el reino de mi padre; tenía un carisma único”, comenta Miguel. Inspirado por ese legado, se esfuerza por crear un ambiente familiar y acogedor, un sitio donde todo el mundo se sienta bienvenido. El respeto y la convivencia son fundamentales: “A la gente problemática intento convencerla de que aquí no es lugar para malos rollos. Les digo: ‘Aquí hay familias, hay niños. Si vienes con mala actitud, este no es tu sitio’”, afirma. Esta firmeza, heredada de su padre, ha ayudado a consolidar una relación sólida con los vecinos de Carmona, quienes ven el Pub Leo como un lugar seguro y confiable. “Los clientes habituales son casi como de la familia. Saben que aquí pueden disfrutar sin preocupaciones y siempre encontrarán un ambiente agradable”, añade.
El ‘sí’ como respuesta
Además de su papel en el ocio nocturno, Miguel es muy querido en la comunidad por su disposición a colaborar con los deportes locales y otras iniciativas de apoyo a la juventud. “Siempre he intentado ayudar a quienes empiezan, desde equipos de ciclismo hasta clubes de tenis de mesa. A veces incluso me paso de presupuesto”, cuenta con una sonrisa. La familia Troncoso ha apoyado deportes tan diversos como el pin-pon, el baloncesto y el fútbol. Para Miguel, ver el logotipo del Pub Leo en eventos y competiciones locales es un motivo de orgullo. “El apoyo al tenis de mesa, por ejemplo, surgió porque los padres de los hermanos Cabezas Flores, dos cracks de este deporte, son clientes habituales. Incluso con otros proyectos menos conocidos, trato de echar una mano,” comenta Miguel, que siempre está dispuesto a patrocinar y colaborar en eventos, desde el baloncesto juvenil hasta maratones para la juventud.
Para Miguel, esta vocación es una forma de devolver a Carmona todo lo que ha recibido de su comunidad a lo largo de los años, contribuyendo al crecimiento de las nuevas generaciones. “Me gusta colaborar con cualquier iniciativa del pueblo. Es una manera de apoyar a los jóvenes y a quienes lo necesitan”, explica con entusiasmo. Para él, el deporte es un pilar en su vida y en la del Pub Leo: “No hay competición ni equipo en Carmona que no haya tenido en algún momento el apoyo del Pub Leo. Esa es mi forma de contribuir a la vida del pueblo”, asegura.
Aquellos maravillosos años
A pesar de su compromiso con la juventud y el deporte local, a Miguel le preocupa la falta de opciones de ocio nocturno en Carmona. “Después del covid, la juventud se ha quedado sin nada. Todo cierra temprano y no tienen dónde ir. Carmona es un pueblo grande, y los jóvenes no deberían tener que irse a otro sitio para disfrutar de una noche fuera”, comenta. Miguel considera que las restricciones horarias dificultan la vida social en la localidad, y propone una mayor flexibilidad en las licencias. Le gustaría abrir un espacio para los jóvenes, como una discoteca o un local con horario extendido, que les permita disfrutar de la noche sin salir de Carmona.
La buena relación que mantiene con el Ayuntamiento y, en particular, con el alcalde Juan Ávila, ha sido clave en su visión de mejorar las oportunidades de ocio para la juventud de Carmona. “Siempre he contado con su apoyo. Ha hecho lo posible por equilibrar el ocio nocturno y el descanso de los vecinos”, reconoce. Aunque comprende las limitaciones legales, Miguel confía en que una mayor libertad horaria beneficiaría al pueblo. “Es complicado; se necesitan permisos y cumplir muchos requisitos. Pero si nos dieran un poco más de libertad, podríamos ofrecer más opciones a la juventud. Yo mismo estaría dispuesto a abrir una discoteca si se dieran las condiciones”, comenta, y subraya la importancia de llegar a un consenso que permita que los jóvenes disfruten de un espacio seguro en su propio entorno.
El futuro del Ciclón y la lucha por un acuerdo justo
El Bar Ciclón, primer negocio de la familia dentro del histórico Teatro Cerezo, podría estar enfrentándose a su última etapa. Tras casi seis décadas como sustento de la familia, un proyecto de expropiación del Ayuntamiento podría forzar a los Troncoso a ceder el local en favor de una iniciativa cultural. “No queremos desprendernos de él; representa nuestros orígenes y nos ha permitido salir adelante. Es más que un local, es parte de nuestra historia”, expresa Miguel, quien espera que el acuerdo contemple el valor sentimental y el esfuerzo que la familia ha invertido en el Ciclón a lo largo de los años.
Miguel ve en el Ciclón un símbolo de la vida familiar y un pedazo de la historia de Carmona. Aunque comprende los planes del Ayuntamiento para renovar el edificio, espera poder llegar a un “trato justo” que respete el significado del local y su contribución a la identidad del pueblo.
La vida sigue, y aquellos años 80, únicos en Carmona, han quedado como un recuerdo en la memoria de quienes los vivieron. Esa época, cuando el pueblo respiraba libertad y disfrutaba cada fin de semana, sigue viva en la esencia del Pub Leo. Aquel modesto local junto a la Fuente de los Leones, testigo de amores, desamores y confidencias, sigue siendo el bar de copas más antiguo de la ciudad. Ahora, en 2025, son 45 los años que tantas generaciones han disfrutado del Pub Leo: un lugar de encuentro donde Miguel sigue abriendo las puertas de su casa, devolviendo a Carmona todo lo que el pueblo le ha dado a él y a los suyos.
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