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El tapeo de película en El Lola: te regalo Tarifa y te la envuelvo en lunares

Su Fernando Quiñones le entregó Cádiz, como anillo de eterno compromiso con la belleza. Él supo que amar es regalar ciudades enteras

Un plato de El Lola en Tarifa.
Un plato de El Lola en Tarifa. Eduardo de la Hoz
12 de abril de 2025 a las 18:16h

Recordaré una gota al menos

de su mar, la diré.

Selomó Ibn Gabirol

Me abraza el amor por la espalda frente a otra Caleta, varadero antiguo de barcos, cala pequeña y pedregosa del Meditarráneo, hoy callado, recién despedido el sol.

Ésta también es tu Tarifa, te la regalo, me susurras.

Suspiro por Nadia, y su recuerdo eleva mi espíritu, porque es el arte de la alegría eterna. Su Fernando Quiñones le entregó Cádiz, como anillo de eterno compromiso con la belleza. Él supo que amar es regalar ciudades enteras. Lugares de la tierra, rincones submarinos. Amar, siempre. Y abrigada en tu amor me llevas por la Plazuela del Viento a respirar los últimos coletazos del invierno. Me regalas las calles tranquilas todavía, de un domingo cualquiera lejos de agosto.

El bar El Lola en Tarifa.
El bar El Lola en Tarifa.  EDUARDO DE LA HOZ

Pero Tarifa ya se prepara, y coge aire para los días largos y el bullicio. Reabren los negocios que hibernaban como nuestro ánimo. Llegamos al mismo tiempo que la tregua que nos da el Levante, y callejeamos de nuevo, con infinita curiosidad en los ojos, y nos sorprenden, otra vez, rincones que nos sabemos de memoria. Siempre hay besos por inventar. Mágica Tarifa. Se despereza. Nos sonríe donde nace la calle de Guzmán El Bueno. Haces fotos desde la Fuente del Mesón, estreno del agua, primera fuente tarifeña que se conserva preciosa desde 1831.

Nos llevamos la imagen de la vida en las mesas altas, donde se brinda por este privilegio de estar aquí y ahora.

¿Has visto La lista de los deseos, road movie deliciosa de Sevilla hasta Marruecos? María León, Victoria Abril y Silvia Alonso, tapean justo aquí. Esas sorpresas que alimentan la esperanza en algún día anodino. Qué emoción infantil reconocer la casa de una en alguna película. Así sé que no sueño cuando vengo, cuando nos traemos a El Lola. Aquí, y en otros muchos sitios de comer bien, florece la Tarifa que nos gusta, y que forma parte del inventario gastropoético que nos hace felices.

Una de las tapas de este bar tarifeño.
Una de las tapas de este bar tarifeño.  EDUARDO DE LA HOZ
Tapas El Lola
Una ensaladilla en El Lola.  EDUARDO DE LA HOZ

Aguacate, langostinos y wasabi. Tortilla de papas, casi siempre huevona y lista para el pecado con pan. Tartar de atún rojo, alhaja nuestra. Wakame con arte. La mejor retinta del mundo. Vino de Jerez. Y un homenaje de lunares a los que tenemos la fortuna de tener a una faraona flamenca de las grandes en esta gran familia de locos enamorados de vivir. Albondiguillas de pollo al vino. Queso del bueno. Y un trato humano de contentura contagiosa con lunares en los delantales y sonrisa de verano. Un trasiego amable de volantes que nos borda y redondea el día.

Dejamos lejos todas las batallas, los dolores pequeñitos y grandes. Ya se va el frío.

Mañana, si quieres, nos volvemos a beber el mar entero, si el Levante nos da tregua. Cierra los ojos, esta es tu Tarifa, yo te la regalo.

Sobre el autor

Rosario Troncoso.

Rosario Troncoso

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