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La lluvia siempre ha estado ahí y nunca ha sido excusa para cambiar o acabar con las tradiciones. En las últimas décadas, varias veces ha llovido en Jerez la víspera del día de Reyes y no ha pasado nada. La Cabalgata, con más o menos paraguas, siguió adelante y no pasó nada.
Este año, sin embargo, tanto Jerez como la mayoría de municipios de las provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva, las más amenazadas por las precipitaciones para la tarde del 5 de enero, han decidido adelantar la llegada de los Magos de Oriente.
Una decisión que está generando un amplío debate entre los que creen que de esta forma se ha torpedeado la ilusión y la tradición y los defensores del adelanto para que las niñas y niños puedan recoger caramelos y vivir esa jornada especial aunque haya que estar esperando más de 24 horas para la llegada real de los Reyes Magos.
En al año 2016, cuando los Reyes Magos se encontraban en el acto de coronación, la lluvia hizo acto de presencia, pero esto no impidió que la Cabalgata saliese poco después desde Ifeca. Por la tarde, las previsiones que apuntaban a copiosas precipitaciones cambiaron y la lluvia dio una tregua.
También en 2010 amenazaba lluvia, llegándose incluso a plantear el Ayuntamiento un recorrido alternativo por si aparecía el agua, pero finalmente la Cabalgata de Reyes Magos se llevó a cabo con normalidad.
En 2003 se tuvo que suspender el acto final de adoración de los Reyes por la lluvia, pero la Cabalgata, que fue algo más rápida de lo habitual por el agua, no se suspendió. Los paraguas se abrían y cerraban debido a la intermitente lluvia, pero se salvó sin problemas la tarde de la ilusión.
Dos años antes, en 2001, también hubo mal tiempo, pero la lluvia no aguó la fiesta. Ya en el pasado siglo, la última Cabalgata con agua fue la de 1996, donde, a pesar de que la coronación se mojó y las previsiones no eran nada halagüeñas, el tradicional desfile de los Magos de Oriente llegó hasta su final.
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