Entre 1895 y 2009 se escribió la historia de la fábrica de botellas de Jerez. Sus famosas chimeneas dejaron de funcionar hace 15 años y muy cerca estaba la pizzería La Fabbrica, que tomó su nombre de aquella mítica factoría. Ya tampoco está abierto este establecimiento, que cerró sus puertas en el mes de agosto de 2024.
"Estaba al lado de la fábrica de botellas y por eso tiene el logotipo las tres chimeneas", recuerda Jesús Villanueva, el dueño de La Fabbrica Centro, un segundo establecimiento que sigue funcionando en la calle Caballeros y que se ha convertido en un referente por ofrecer pizzas de calidad los fines de semana hasta las dos de la madrugada.

"Tenemos bastante afluencia de público. Abrimos desde el jueves y siempre por la noche porque la pizza a mediodía no se vende. Abrimos de ocho a dos de la madrugada y no tenemos ningún problema con los vecinos. De hecho, muchos de ellos son buenos clientes. Dejamos todo limpio cuando terminamos, intentamos recogerlo todo y dejarlo en condiciones y dar la menor molestia posible", explica el propietario del negocio.
La competencia es grande en el mundo de las pizzas, pero en La Fabbrica Centro están tranquilos porque se encomiendan a un pizzero con mucha experiencia: "La masa es propia, con harina italiana, la mozzarella es 100% pura y el tomate Martinete, que lo tenemos allí puesto en una lata para que lo vea la gente, que para mí es mejor. Viene mucha gente a buscarnos desde muchos puntos del centro porque les gusta la calidad. Llevamos un año y nos va muy bien desde que metimos a Drago, que es un pizzero italiano que leva 18 años trabajando en esto. Ha estado previamente en sitios muy potentes como Miami".

Ofrecen servicio a domicilio a través de varias plataformas y también para recoger. Y el abanico de opciones es amplio porque están las clásicas de jamón o margarita y otras, en la categoría gourmet, que llevan carrillada al Pedro Ximénez o chorizo y huevo. "Son algo menos demandadas porque son un poco más caras, pero la gente las valora". Las pizzas normales valen 10 euros y 14 las de la categoría gourmet. Las porciones, que son un producto muy demandado, cuestan cuatro euros.
Una de las diferencias con otras pizzerías de Jerez es que todo se realiza en el momento. Nada que ver con lo que ofrecen las franquicias. "A lo mejor otros venden mil pizzas diarias y nosotros vendemos 200. Entonces ellos tienen que tener hornos automáticos que hacen solos el trabajo con masa ya preparada. Nuestra idea es trabajar así, de un modo artesanal", explica Jesús.

De hecho, la intención del empresario es montar otro negocio en Jerez siguiendo el mismo modelo. "Queremos montar otra pizzería para dar cobertura a más zonas de Jerez y seguir con la misma calidad". Dentro de algunos meses contará con un nuevo establecimiento, posiblemente en la zona de Jerez 74.
De momento están centrados en el local del centro y considera Jesús Villanueva que es un momento del año en el que se nota el esfuerzo de la Navidad, que en su opinión empieza demasiado pronto: "Se ha alargado la Navidad. Con esto de que empieza el 15 de noviembre al final ese efecto hace que la gente se canse antes y no haya tanto en el centro. De hecho el día 25 no fue como otros años y el día 31, tampoco. Los meses de enero y febrero son regulares, pero después ya vamos cogiendo el ritmo normal".