Cuando un hambre voraz se manifiesta en los estómagos, hay un lugar en El Puerto que, desde que abrió sus puertas, al caer la noche, rebosa de gente en busca de saciar el apetito. No es fácil encontrar un sitio en su terraza, sobre todo en temporada primavera-verano. El establecimiento Rod's se ha puesto de moda entre el centro y la Puntilla, una zona que ha acogido con cariño el proyecto de Rodrigo Frías desde que arrancó en 2021.
Este catalán nacido en Gerona, de 47 años, apostó por la calle Pintor Manuel Prieto, alejado de la hostelería concentrada en el centro, para abrir un local que busca diferenciarse entre la vorágine de la comida rápida. Lo bautizó Rod’s, y no es un homenaje a esas criaturas en movimiento de las que hablan los ufólogos. Él hace referencia a su nombre “De Rod”, porque algunos amigos lo llaman así.
Detrás del alma mater de estos fogones, que tanta clientela se ha afianzado, se distingue un mural de El Vaporcito y del Castillo de San Marcos. Mientras unos chicos hincan el diente a unas patatas con carne y salsas, Rodrigo explica que “en un barrio no puedo cobrar lo que cobraría en el centro, pero el barrio está todo el año contigo”.
Esta pizzería con aires de hamburguesería, que también se atreve con el tex mex en agosto, cumple tres años en la ciudad. Pero Rodrigo lleva unos cuantos más en el sur. Hace 14 años quedó prendado de los encantos de este municipio costero y, desde entonces, “de aquí no me ha movido nadie”.
Su relación con la hostelería vino por un problema de salud. “Trabajaba en el mundo de las multinacionales, era director de marketing de Nestlé Aguas en España y Portugal, pero un día me dio un chungo en el corazón y el médico me dijo que tenía que cambiar de vida”, recuerda el dueño, sentado en una de las mesas.
A través de unos amigos conoció El Puerto y decidió mudarse a la ahora “gran ciudad” durante una temporada. Acabó montando una discoteca y otros negocios hasta que le salieron nuevas oportunidades en la provincia de Barcelona. En Sant Boi de Llobregat y otros puntos alejados de la capital puso en marcha chiringuitos de playa, llegando a regentar, en total, hasta ocho establecimientos entre el norte y el sur. “Por entonces subía y bajaba, seguí viviendo en El Puerto, me merecía la pena vivir en la provincia de la luz”, expresa.
Sus idas y venidas cesaron cuando sus socios decidieron vender tras la irrupción de la pandemia. “Si me quedaba con todos los negocios de arriba, tenía que irme a vivir allí, y yo ya me había vuelto gaditano. Así que me quedé aquí”, cuenta a lavozdelsur.es.
Rodrigo se despojó de todo y empezó de cero en el rincón de este barrio en el que se han puesto las botas familias y amigos. Primero empezó sin servicio a domicilio, con pies de plomo, probando, poco a poco y, después, incorporó las motos y los repartidores. La jugada no le salió nada mal. Ya se ha metido en la lista de favoritos de muchos portuenses.
De lunes a jueves, a la hora de cenar, y los fines de semana, también en el almuerzo, un equipo de 17 trabajadores en invierno y 23, en verano, se encarga de cocinar pizzas, hamburguesas o alitas de pollo. Su punto fuerte es que ofrece comida rápida artesana. “Últimamente, este sector se basa solo en números y yo integro la calidad, que es difícil en una gestora grande”, explica.
Por eso, todo lo elaboran con sus propias manos, desde las masas de pizza hasta los nachos, y el pulled pork se cocina in situ. Rod's utiliza ingredientes de kilómetro cero, es decir, la harina la compra en Jerez, el aceite de oliva, en Jaén, donde tiene familia; y se acerca a los comercios de la zona. “La gente lo valora cuando lo prueba”, añade.
En una cocina inmensa que se divide en tres partes -una para cada especialidad- Pablo López, jefe de cocina, fríe un huevo. Después aplasta una bola de carne al mismo tiempo que vigila varias ollas, recipientes poco comunes en establecimientos de fast food. Las hamburguesas y las pizzas salen a mansalva tanto en cajas como en bandejas. “La smash está luchando con la pizza”, dice el portuense. Esta nueva sensación para los amantes de la carne fue la última en incorporarse a la carta, tras los burritos, las chimichangas y las enchiladas.
Rodrigo propone mezclas especiales para acompañar a las smash como la mermelada de bacon y fresa, la salsa Philadelphia teriyaki o el queso roquefort. “Este mundo está teniendo un cambio espectacular”, comenta el dueño delante del horno.
Una pizza con pepperoni y cheddar está a punto de salir. Mientras tanto, los pedidos ya han empezado a llegar. El equipo cuida los detalles dispuesto a encandilar no solo a jóvenes, sino también a mayores con ganas de darse un capricho.
Como el negocio va sobre ruedas, Rodrigo ya tiene entre manos dos próximas aperturas en la ciudad, y a la vez. Justo al lado de Rod’s tiene previsto inaugurar el mes que viene Kiyo, enfocado a la gastronomía oriental con noodles y wok. Además de un local especializado solo en smash en el centro.
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