La historia de El Colorao, uno de los establecimientos más auténticos de Sanlúcar de Barrameda, comienza en los años 30 del siglo XX. Y las ganas siempre de prosperar y ofrecer la mejor calidad a sus clientes ha sido una constante hasta nuestros días.
La familia Gálvez Sánchez fundó este negocio, que nació como un tabanco y ha evolucionado hasta convertirse en una referencia de la gastronomía local. En esta evolución, ahora el mítico local prepara una nueva vuelta de tuerca: el pescaíto frito a domicilio.
La evolución de un tabanco a un templo del pescaíto
El gran cambio llegó en los años 80. El Colorao pasó de ser un tabanco de tapeo a consolidarse como un referente en la cocina marinera. El auge se produjo cuando los hijos de la familia comenzaron a tomar las riendas y el turismo sevillano empezó a crecer en Sanlúcar. Aunque la ciudad no ha experimentado el boom turístico de otros enclaves cercanos como Chipiona, Conil o Tarifa, este desarrollo marcó un antes y un después en la clientela del establecimiento.
A diferencia de otros lugares, en El Colorao la cocina tradicional ha resistido sin alterar sus precios ni su esencia. "Hoy en día casi todos ponen pescaíto. Antes había una freiduría en el Barrio Alto y luego estábamos nosotros nada más. Ahora abres un bar y en seguida se ofrece el pescaíto", comenta Luis Gálvez Sánchez, hijo de Juan Gálvez, el fundador del negocio, en un reportaje hace unos años con lavozdelsur.es. Así pues, muchos ponen pescaíto frito, pero no todos saben hacerlo bien.
El secreto del éxito es simple: "materia prima de primera, aceite bueno, siempre limpio, y buena harina". Esta fórmula ha convertido a El Colorao en un referente para locales y visitantes de ciudades cercanas como Sevilla, El Puerto de Santa María, Jerez o Trebujena.
El giro histórico de El Colorao llega ahora con el delivery. "Notición. ¡En breve podrás disfrutar de nuestros platos sin salir de casa! Gracias a OídoKocina , implementamos el reparto a domicilio", anunciaba hace unos días el negocio sanluqueño, en lo que supone un paso adelante en su historia.
Un referente
Para los que visitan por primera vez Sanlúcar, especialmente los turistas extranjeros, Luis tiene clara su recomendación: simplicidad y calidad. "Unas papas aliñás de La Algaida, una buena fritura, un vino… Aquí, sota, caballo y rey. No hay que complicarse".
El Colorao sigue siendo un referente en Sanlúcar, no solo por su tradición y calidad, sino porque ha sabido conservar su auténtica esencia en un mundo donde la gastronomía cambia a un ritmo vertiginoso. Para Luis, la clave del éxito está en disfrutar del trabajo: "Yo me lo paso bien cuando recogen una mesa y no han dejado nada en el plato. Ahí disfruto".