El mundo del tabanco innova y se arriesga con actividades que hace unos años eran impensables en este tipo de establecimientos. El jerezano Sebastián Vega del Ojo tenía muy claro cuando montó el tabanco Las Garrafas, en la calle Compañía de María, que el suyo iba a diferenciarse. Este operario de astilleros se gastó un dineral en reformar un local que había sido almacén, taller de bicicletas y hasta dependencia de una funeraria con el fin de ofrecer algo distinto.
Sin duda lo ha conseguido, entre sus paredes, además de escucharse rock y verse cuadros de exposiciones, se juega al ajedrez y se aprende a pintar. "Aquí mi abuelo hacía vino de Jerez", recordaba Sebastián en una entrevista con lavozdelsur.es. Ahora, entre copas, berzas y albóndigas se ofrecen lecturas de tarot terapéutico evolutivo.
Las personas interesadas pueden participar en lo que el llama "las tardes de los jueves son mágicas" y reservar una lectura de 30 minutos. Una propuesta curiosa que rompe con todos los esquemas.