La tarta de queso vive un boom. Es moda, claro, pero es que están buenísimas. Es el gran referente de la tarta instagrameable. Apetitosa, suave, en cualquiera de sus fórmulas, ya sea la cuajada o ya sea la de horno. Ya sea con cobertura de sabores o ya sea con la sinceridad del puro queso. Y ya sea con un queso suave o con uno de sabor fuerte, fortificado casi.
De esa nueva tendencia sabía Andrés Hernández, que viene del marketing gastronómico y durante años ha podido conocer por dentro y por fuera el sector de la alimentación. Así, abrió Abuela Canalla en Huelva hace apenas un año y tres meses. Arrancó en diciembre de 2023 en Huelva capital y luego llegaría la de Punta Umbría. Un exitazo, acompañado de galletas (cookies, que se suele decir) de multitud de sabores.
Por eso, ahora desembarcan en Sevilla. Con dos locales, uno ya en marcha en la céntrica plaza del Salvador, esquina con calle Cuna. En apenas un par de semanas, según calcula, abrirán en Luis Montoto. El primer local, enfocado lógicamente al público turista. El segundo, más amplio, cómodo, para el público sevillano. Porque, efectivamente, "los sevillanos no pasan tanto por el centro".
"Pensamos en un producto que solo pudiéramos hacer nosotros, y por eso pensamos en la abuela canalla, que son tartas que hace tu abuela, pero a la vez, rebeldes, tatuadas, como serán las abuelas del futuro", señala Hernández. Para el éxito, explica, tan importante contar con desarrollo del mensaje en redes sociales como la calidad del producto, y "no sabría decirte cuál es más importante", porque uno sin otro no funcionan bien hoy en día.
Las tartas de queso tienen más de 50 sabores. Kinder, pistacho, payoyo, torrijas, higo con piñones de Doñana, brownie... Pero los éxitos son la tarta de pistacho, tostado al 100 por 100 en el local, y la tarta de queso de oveja payoya, "un queso de Ubrique que cortamos nosotros directamente".
El local del centro de Sevilla es más pequeño, mientras que el de Luis Montoto contará con el propio obrador in situ. Ambos contarán con esa línea gráfica propia.
En total, son ya cuatro locales en marcha, un crecimiento que no para. Y ya tienen otra ubicación en mente: Jerez. "Queríamos abrir antes del verano, pero la apertura en Sevilla ha sido un desgaste físico muy grande y quizás esperemos algo más. Hemos visto cuatro o cinco locales pero ninguno ha cuajado aún".
Una pastelería que no es franquicia, y que levantan Andrés con su mujer, además de un equipo de unas 20 personas donde "casi todo son mujeres, excepto un hombre y yo". Han realizado contrataciones y el equipo lo conforman mujeres de entre los 19 y los más de 50 años. Un ambiente que quieren que sea distinto, como una familia.
Un nuevo establecimiento que viene con el éxito del pasado reciente, la explosión de las tartas, pero que tiene a un nuevo público exigente en Sevilla. El próximo paso, Jerez. Y si todo marcha, habrá más, remacha un ambicioso Andrés.