Yovana Toro y Ronald Linares llegaron a Jerez hace siete años desde su Venezuela natal en busca de una vida mejor. Dejaban atrás su experiencia como profesores para buscar nuevos horizontes. Ella daba clases en un instituto y él era profesor universitario de Lengua y Literatura. Ahora se han lanzado a una aventura empresarial a través de la comida clásica de su país y han montado en la calle Medina el restaurante La Estancia.
"Nos vinimos por salir del agobio de la crisis que hay en Venezuela, una crisis estructural que toca toda la parte económica, social y moral de allí. Tuvimos que buscar nuevos rumbos y aquí nos hemos sentido acogidos por los andaluces. Se parecen mucho a nosotros, es gente muy cercana, muy solidaria y tienen hasta el mismo sentido el humor. Las pasadas elecciones en Venezuela nos reunimos allí, estuvo la alcaldesa de Jerez y la delegada Yessika Quintero, que es venezolana", explica Ronald.

Se encuentran muy a gusto en Jerez y por el momento no se plantean regresar a Venezuela. Al menos, en las circunstancias actuales. "Vamos a empujar un rato aquí, a ver si salimos del lastre de lo que está pasando con Maduro. Nuestros hijos se han integrado muy bien al sistema escolar y aquí ya hemos echado raíces, ya somos casi jerezolanos. Uno aprende a querer la tierra que te acogió".
Por su establecimiento ya han pasado unos 200 venezolanos desde que abrieron sus puertas hace casi un año, pero la clientela va mucho más allá de los compatriotas. La hermana de Ronald cuenta con otro bar en Jerez y allí aprendieron el oficio antes de decidirse a abrir un restaurante donde dar a conocer las dotes culinarias de Yovana.

"Mi esposa tiene Venezuela en sus manos y la cocina ancestral venezolana. Esto asa de generación en generación y cocina muy bien, tiene un extraordinario talento. Vamos a emprender, vamos a funcionar, vamos a brindarle a los comensales españoles y de todas las nacionalidades, también sudamericanos, nuestra comida", sentencia Roland.
Desde que abrieron La Estancia hace 10 meses se han encontrado con una buena aceptación de público. La calle Medina es una zona de paso de muchas personas que van desde la estación hacia el centro de Jerez y puede aseverar que "los españoles que han probado nuestra comida ya han repetido varias veces. Y también vienen clientes de muchas partes del mundo, también sudamericanos".

Los que se animen a desayunar algo típicamente venezolano deben saber que este establecimiento abre desde las 11 de la mañana y tienen como plato fuerte para empezar el día las empanadas de ternera, que son "de muy alta calidad porque es un corte específico de carne". Tampoco faltan las arepas, una tortilla de maíz precocida al estilo del pan de pita, pero la harina es de maíz, que está presente en muchos platos. Y también se pueden pedir tequeños rellenos de queso.
Para almorzar, la recomendación de Yovana es el pabellón criollo, uno de los platos más característicos de la cocina venezolana: "Es el plato emblemático de Venezuela o el principal, que ya es un plato más contundente. Tiene alubias negras, ternera, arroz blanco, huevo frito, tajada de plátano maduro y aguacate. También nos piden mucho la sopa de costilla, conocida como sancocho, que está basada en un caldo parecido al puchero, pero de costilla de res o de ternera, que lleva verduras como papas, plátano macho verde, maíz y también lleva yuca. Se sirve acompañada de arepita frita con aguacate o arroz blanco y aguacate".

Al mirar la carta de este restaurante puede llamar la atención la cachapa, una tortilla de maíz puro con un toque dulce, ideal para las personas que ya se atreven más a combinar lo dulce con lo salado. La tortilla le da un toque dulce, a la plancha, pero luego va con un relleno que puede ser carne de ternera deshilachada. Y entre los platos con más enjundia hay que hacer mención a las doradas fritas y el pollo a la Boaster.
Al principio de esta aventura lucharon con el escollo de encontrar la materia prima propia de su país, pero finalmente han conseguido proveedores que les surten de manera que pueden ofrecer un género con el que presumir de comida auténtica de Venezuela. En los postres destaca la torta tres leches, que lleva leche evaporada, leche condensada y leche líquida, ofrecida con dulce de leche. También es recomendable el quesillo, que es algo parecido al flan, pero con una textura más compacta.
Y para aquellos que tengan alguna duda, que sepan que en La Estancia también se ofrecen algunos platos de la gastronomía española como carrillada, menudo, aneto, cachopo, de ternera o albóndigas, entre otros.