El mundo de la parapsicología está más vivo que nunca. Hubo una vez que pensé que llegado a cierto punto sería imposible contar más leyendas, pero me equivoqué. Prueba de ello es este artículo donde se suma una nueva dama blanca a mi colección. Con mucho cariño, y esperanzas, aquí os la traigo.
Esta entidad está muy ligada con el extinto Fuerte de Santiago de Algeciras. Fue una de las fortificaciones más antiguas y emblemáticas de la ciudad. Fue construido alrededor de 1716 para proteger la bahía de posibles ataques británicos, tras la pérdida de Gibraltar en 1704. El fuerte participó activamente en la Batalla de Algeciras de 1801, donde se enfrentaron las flotas española y francesa contra la inglesa.
El fuerte resistió el asedio y cruzó fuego con el Fuerte de Isla Verde y la Batería de San Antonio, defendiendo el puerto y la ciudad. El fuerte fue uno de los pocos que no fueron destruidos en 1811, cuando los españoles se aliaron con los británicos contra las tropas de Napoleón.
Pero lo que muchos no saben es que el Fuerte de Santiago se levantó sobre un antiguo cementerio islámico, que data de la época medieval. Se trata de una de las necrópolis más importantes de al-Ándalus, donde se enterraron miles de musulmanes entre los siglos XII y XIV.
El cementerio se situaba al norte del mayor de los recintos urbanos de la antigua Algeciras, la medina, y se extendía por una amplia superficie. Los enterramientos se realizaban siguiendo el ritual islámico, orientando los cuerpos hacia la Meca y colocando lápidas con inscripciones árabes. El cementerio fue abandonado tras la conquista cristiana de la ciudad en 1344, y quedó oculto bajo tierra durante siglos.
No fue hasta el siglo XX cuando se descubrieron los restos del cementerio islámico, gracias a las excavaciones arqueológicas realizadas en el entorno del fuerte. Se han hallado más de 300 tumbas, que testimonian la
riqueza y la diversidad de la población musulmana de Algeciras. Se han encontrado restos de hombres, mujeres y niños, de diferentes edades y condiciones sociales. Algunos de ellos presentan signos de violencia, enfermedad o malformación. También se han recuperado objetos personales, como anillos, pendientes, collares, monedas, cerámicas y armas. Estos hallazgos han permitido conocer mejor la historia, la cultura y la religión de los habitantes de la Algeciras islámica.
Pero el cementerio islámico no solo ha dejado huellas materiales, sino también inmateriales. Según cuentan algunos testigos, el fuerte estaba habitado por el fantasma de una mujer vestida de blanco, que se aparecía por las noches a los militares que hacían guardia. Se decía que se trataba de una Dama Blanca, el espíritu de una musulmana que murió en el cementerio buscando a su amado. La Dama Blanca solía desaparecer misteriosamente por lugares sin salida, o provocaba ruidos en habitaciones vacías, asustando a los soldados que allí hacían guardia de madrugada. Algunos creen que se trata de una leyenda urbana, pero otros aseguran haberla visto con sus propios ojos.
No obstante, el Fuerte Santiago de Algeciras se derrumbó parcialmente en el año 2001, cuando se desalojó el acuartelamiento militar que ocupaba el lugar y se cedieron los terrenos a la ciudad para uso público. Sin embargo, el proceso de destrucción del fuerte comenzó mucho antes, debido al abandono, la falta de mantenimiento y la construcción de edificios en su entorno. Algunos restos del fuerte fueron demolidos en 1987 para construir el Centro Documental José Luis Cano. Otros fueron arrasados hasta los cimientos en los primeros años 2000, cuando se edificó la Audiencia Provincial y el Parque de Bomberos. Actualmente, apenas quedan vestigios del fuerte.
¿Y qué pasó con el cementerio islámico que se descubrió? En la actualidad, sobre dicho camposanto hay varios edificios anteriormente mentados, así como el Parque de María Cristina, o nuevos edificios para vivienda particular, entre otros muchos negocios privados. Poniendo sobre esas tumbas cemento y hormigón para la eternidad.
La comunidad islámica de Algeciras ha denunciado en varias ocasiones la situación del cementerio y ha reclamado su recuperación y su dignificación. También ha solicitado al Ayuntamiento que se habilite un espacio para enterrar a
sus difuntos, según su tradición, ya que actualmente no existe ningún cementerio islámico en la ciudad. Estas demandas han sido ignoradas o rechazadas por las autoridades locales, que no han mostrado interés ni voluntad por atenderlas.
El Fuerte de Santiago de Algeciras fue, sin duda, un lugar cargado de historia y de misterio. Es un testimonio de la convivencia y el conflicto entre dos culturas, la cristiana y la islámica, que han marcado el pasado y el presente de la ciudad. Fue también un lugar donde se mezclaron la realidad y la fantasía, donde se pudo sentir la presencia de los que ya no están. El Fuerte de Santiago de Algeciras fue, en definitiva, un lugar que merece la pena no olvidar.
¿Y nuestra dama blanca morisca? Seguramente siga vagando por esos lares, buscando a su marido, que seguramente falleció en alguna de las batallas de la antigua ciudad de Algeciras. No solo ella, pues no son pocas las historias que se cuentan sobre sucesos sin explicación en las zonas que un día pertenecieron a los muertos.